• NO SE DETIENE. Organizada y aplicada, ya piensa en una carrera universitaria. “Quiero ayudar a mi comunidad”, dice

A sus 62 años, doña Rumilda López está por terminar su colegio este año y tiene ganas de seguir estudiando. Oriunda de Carapeguá, es mamá y también abuela de 7 nietos. Probablemente sea la mejor egresada en su promoción. Según ella, no hay excusas para cumplir los sueños.

En Capiatá funciona el Centro de Educación Media 190 del Ministerio de Educación (MEC). Es ahí donde estudia doña Rumi por las noches. La doña omombe’u que trabaja como limpiadora en un puesto de salud de la ciudad, y fue ahí donde una compañera le comentó que la existencia del centro educativo.

“Se ve que algo me estaba esperando” he’i doña Rumi, porque desde que retomó sus estudios no pasa un día sin que mire sus cuadernos al final del día. Contó que en su Carapeguá natal solo hizo hasta el sexto grado.

Este año termina su bachillerato y hasta ahora es la candidata a mejor egresada. “En mi espíritu no siento la edad”, dijo refiriéndose a que tiene compañeros mucho más jóvenes, pero eso no es impedimento para que le meta pata y termine el colegio. “Es cuestión de proponerse y organizarse”, he’i.

El director del Centro de Educación Media 190 del MEC, Alcides González, contó que felizmente el 80% de los que retoman sus estudios logran terminar. Dijo que muchas veces algunos alumnos dejan nuevamente por falta de un acompañamiento familiar. Estos tipos de centros educativos están destinados exclusivamente para personas mayores de 15 años, que por algún motivo no lograron culminar sus estudios primarios y secundarios. “Cuesta porque aparte de ser personas adultas están carentes de afecto” he’i el profesor Alcides.

Quiere seguir estudiando

Doña Rumi dijo que le gustaría estudiar una carrera universitaria que le permita ayudar a su comunidad. He’i que le gusta la Enfermería, pero le interesa más la Farmacología. Contó que está pudiendo terminar su bachillerato gracias al apoyo de sus hijos y de su esposo, ha he’i avei que muchos jóvenes que son sus compañeros no lo pueden hacer por falta de apoyo familiar. “No hay apoyo de padres, muchos no tienen padres” he’i ña Rumi, quien tiene cinco hijos y siete nietos. Sin dudas, un ejemplo  para cualquier persona. “No hay que perder la esperanza, no hay que mirar hacia atrás”, dice como consejo.