Virgilio Ferreira, quien fuera el máximo goleador internacional de Cerro Porteño, arregló ayer su sitú con la Justicia. Recurrió a una jugada legal, que consiste en reconocer el hecho y como recompensa a esa colaboración, lograr una ventaja importante, que en términos de los que saben de Derecho se llama “suspensión condicional de procedimiento”.

El tremendo lío en el que se metió al final le va a salir baratito, porque solo tiene que pagar 5 millones, pero en supercómodas cuotas. En el lapso de un año tiene que completar ese pago. La platita va a ir destinada a una entidad benéfica que el juez de la causa tiene que elegir.

Además, Virgilio tiene que ir al juzgado cada tres meses a firmar el famoso “libro hû”, con lo que tiene que demostrar que está en el país y que está cumpliendo con las reglas de juego. Las otras dos personas que fueron procesadas junto a él, Eulalia Ortiz Lesmo y Derlis Ramón Lenguaza Gavilán, reciben las mismas imposiciones.

DOCUMENTOS PARA VISA

Virgilio y las dos personas mencionadas fueron investigados y posteriormente procesados por supuestamente preparar documentos truchos para compatriotas que querían conseguir visa para viajar a Estados Unidos, con intenciones de trabajar.

Según la carpeta de la causa, su hermano Juan Ferreira, que fue capeto máximo de la Muni de Atyrá, mientras residía en Nueva York, en el 2016, enviaba desde allá datos de paraguayos interesados en viajar para laburar.

Con esos contactos, Virgilio hablaba con los posibles viajeros y Lenguaza se encargaba de conseguir los documentos para demostrar arraigo suficiente en la entrevista en la Embajada de yanquilandia, en Asunción.

Supuestamente, esos documentos, entre los que estaban certificados de trabajo, títulos universitarios y propiedades, etcétera, eran falsos. Ndaje por esos trámites cobraban entre 500 y 1.000 dólares a cada “cliente”.

Con este arreglo al que llegaron con la Fiscalía, reconociendo el hecho, se ganan el derecho de la suspensión condicional del procedimiento. En consecuencia, se salvan del juicio oral y de la posibilidad de ir a la cárcel.