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Se crucifica hace 31 años como Jesucristo

Se crucifica hace 31 años como Jesucristo
  • PENITENCIA. A fin de pagar sus promesas se metió 4 clavos en manos y pies

FILIPINAS. En diferentes partes del mundo se vive la Semana Santa de acuerdo a sus tradiciones, pero en Filipinas la cosa ya va más allá. Ellos viven un calvario tal y cual lo vivió Jesús. Se trata de los miles de penitentes, que se flagelaron hasta sangrar y arrastran cruces descalzos durante kilómetros para limpiar sus pecados.

El “Jesucristo de Pampanga”, Rubén Enaje, fue crucificado por 31 años consecutivos en esta provincia al norte de Manila, donde más de una decena de penitentes cumplieron con la sangrienta tradición del Viernes Santo.

Este pintor de profesión cayó al suelo desde un tercer piso y por un momento pensó que no lo contaría, pero al reincorporarse comprobó que no se había hecho “ni un rasguño” y lo atribuyó a una intervención divina.

Desde aquel momento decidió crucificarse cada Viernes Santo para dar las gracias a Dios, además de adoptar la apariencia de su hijo y mesías al dejar crecer su cabello.

Cuatro clavos de acero de diez centímetros, dos atravesando las manos y otros dos los pies, fijaron a este filipino de 57 años a una cruz de madera ante la mirada de las 60.000 personas que asistieron al famoso rito anual.

Enaje pasó once minutos clavado a la cruz, un sacrificio al que también se sometieron otros cinco penitentes en el mismo lugar.

CRUZ

Los devotos llegaron al montículo de las crucifixiones tras recorrer descalzos centenares de metros con cruces de madera al hombro con  secuelas que duran hasta cinco meses.

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