Estoy al borde de la bancarrota. De ser un empresario, no digo multimillonario pero sí acomodado, ahora estoy por perderlo todo, pero eso no es lo peor, mi esposa ahora quiere irse a España para salvar las deudas. Si ella se me va me muero, no aguantaría.

Hace 16 años que nos casamos, levantamos el negocio rápido gracias al olfato de mi señora para hacer plata, ahora con la crisis nos estancamos, pero ella dice que con unos años en el exterior recuperamos todo. Pero mi gran miedo es que la pierda, nadie aguanta un año sin sexo, y todo el tiempo estaría mordiéndome de los celos pensando en que conocerá a otro y aunque solo sea para saciar el instinto estará con otro. Es una muy fina, encantadora, cualquier hombre se fijaría en ella.

Ella siempre fue mi luz, ninguna decisión la tomé sin su consentimiento, mis amigos me decían el famoso “jarro lata” pero para mí siempre la razón es más poderosa que cualquier cosa, lo que siento por ella es amor. Tenemos 3 hijos, y una historia se diría feliz, aunque a veces tenemos nuestras diferencias siempre cedí ante sus decisiones, ella es como se dice la gran mujer detrás de un hombre.

Ya hizo todos los planes, las maletas, los chicos aceptaron, pero yo no estoy bien pero no me animo a contradecirla, por favor necesito que me de un consejo, antes de que cometa una locura.

BETO, DE VILLETA, 43 años

RESPUESTA: Las decisiones familiares se toman en conjunto. Las soluciones a los problemas no llegan solas, hay que buscarlas.

Tienes que hablar con tu pareja sobre tus temores, es mejor aclarar las cosas antes de que se vaya, si es esa la decisión final. Pero si todavía hay dudas, más vale pensar bien qué se gana y se pierde con tremendo viaje. El soguetismo hay en todas partes, si se puede conservar el amor, el resto es ajustarse los cinturones y apechugar, digo…, pero depende de ustedes.

En cuanto a lo otro, podrían hacer un pacto de amor, donde ambos se comprometan a la fidelidad, si es lo que más te preocupa, pero para eso se necesita estar convencido, dependerá de la confianza, el respeto y la voluntad que a lo largo de esos 16 años hayan cosechado. Animate a conversar con tu señora, no veo otro camino.