Eso de que los clubes no le pagan a sus jugadores es algo muy común, principalmente en Sudamérica. Pero en los países asiáticos se caracterizan por desembolsar una buena plata por los peloteros que deciden ir a jugar por esos lugares. China, Japón, Catar, Arabia, son solo algunos de los países que mejor pagan. Pero el volante paraguayo, Víctor Ayala, actualmente en el equipo de Al Nassr de Arabia Saudita, se quejó de su club, que hasta ahora le debe plata y encima de todo le prohíben de todo, obligándolo a que se adecue a la cultura de ese país.

“Ya no vuelvo a Arabia, depositaron 4 meses de sueldo atrasados, aún quedan deudas a favor. Tengo un año más de contrato con ellos, me siguen debiendo dos meses y una prima de febrero”, señaló el pelotero a la 106.9 FM.

Sobre la cultura de Arabia (el país con menos libertades en el mundo). “La cultura es muy difícil, mi familia no podía irse a la cancha, menos mi mujer”, tiró.

Ayala se encuentra al servicio de la selección paraguaya para los amistosos ante Francia y Perú.

El “cañonero” expresó que la idea es volver a chutar en el país, pero que no descarta opciones del fútbol argentino y también de México.

“Para ellos, la mujer es para estar en la casa”

En Arabia Saudita rige la sharia, la ley islámica que “ordena” la vida de las personas. Allí, las mujeres viven con menos derechos que los hombres y sometidas a su voluntad. Es por eso que no pueden mostrarse en público con el rostro descubierto, su palabra vale menos ante un tribunal que la de sus maridos y que incluso ni siquiera pueden conducir sus propios automóviles. De yapa, tienen prohibido tirarse a la piscina (es solo para hombres).

Esa es la dura realidad, que también afecta a la familia de Víctor Ayala. “Mi mujer tenía que vestirse todo de negro, toda tapada hasta el pelo (usar burka). Para ellos la mujer es para estar en la casa o ir de compras al shopping”, señaló.

El khimar es lo que usan las mujeres como un velo en forma de capa que se extiende hasta la cintura y cubre el cabello, el cuello y los hombros completamente, pero deja el rostro al descubierto.