ESQUELITA. En un pequeño papel escriben el nombre de aquella persona a la que quieren mantener una relación amorosA.

Poner a San Antonio de cabeza o cubrir su rostro mientras se le pide pareja cada vez que le rezan es una costumbre que recorre entre los paraguayos de generación en generación para conseguir ndaje así una “media naranja”, ya que muchos aseguran que el santo es una especie de “fija” a la hora de conquistar al ser querido.

Los feligreses escriben en un pequeño trozo de papel el nombre de su amado o amada y lo dejan al borde de los pies o en medio de los espacios que tiene la imagen del venerado santo.

“Las personas vienen a rezarles a San Antonio, siempre se les encomiendan y veo que dejan sus papelitos por el santo”, contaba el pa’i Óscar Díaz, párroco de la parroquia San Antonio.

El religioso relató que una vez que termina el día recoge todos los papelitos dejados por el santo y siempre ve que en su mayoría los nombres puestos son de hombres y muy pocas representantes del sexo femenino, lo cual deja en claro que “San Antonio es al que más mujeres le siguen, al menos en lo que se ve acá” relató con una sonrisa “cómplice” el pa’i Díaz.

“Yo junto todo y después pido a Dios por los nombres que están ahí, y también por las que dejaron”, decía el pa’i quien hace más de 4 años es cabeza de la iglesia situada en el barrio Sajonia, cercanía del Palacio de Justicia.

FIELES

San Antonio es patrono de las mujeres estériles, pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros.

SAN ANTONIO: “ÉL SIEMPRE CUIDO DE MIS HIJOS”

Veneida Arias, kuñakarai de 80 años, contó que cuando sus hijos eran pequeños cada 13 de junio los vestía como el santo en honor a la promesa de que él les tenía que dar buena salud.

“Tengo 6 hijos y hasta los 6 años les vestía como San Antonio porque él siempre cuidó de ellos”, decía la doña.

Resaltó que ella fue una de las personas que inició el cuidado del pozo milagroso lleno de agua bendita que se encuentra dentro de la capillita San Antonio. “El agua es milagrosa, personas de todos lados vienen a llevar y muchas personas ya sanaron con el agua”, terminó diciendo.

CANONIZADO

El papa Gregorio IX canonizó en Pentecostés en el año 1232 a San Antonio de Padua o San Antonio de Lisboa. Fue un sacerdote de la orden Franciscana.