• LE CAYERON ENCIMA. Tras el susto, el motoca salió disparado y pidió ayuda a un subcomisario para dar con el uniformado “doble faz”

CAPIATÁ. En medio de una tremenda lucha interna impulsada por el propio Gobierno para terminar con las lacras que visten uniforme, vuelve a saltar un caso que mancha a la Policía.

De acuerdo a la denuncia que se realizó en la subcomisaría Parque del Sol de esta ciudad, un hombre venía conduciendo una moto en compañía de su pareja y la hija de tres años, cuando un personaje a un lado del camino les pide que se queden. Tal vez pensando que precisaba ayuda, el motoca paró la marcha.

Pero, ¡oh sorpresa!: el personaje lejos de querer ayuda lo que buscaba era quedarse con la moto y el celular. Fue así que en seco y sin que le tiemble el pulso desenfundó una pistola calibre 9 mm.

Allí se produjo una suerte de forcejeo con el hombre que venía sobre el biciclo, que se quedó sin “lelu”, pero al ver una oportunidad de rajar, no dudó un minuto en meterle al acelerador para salir poco menos que volando. Pichado porque no se pudo salir con la suya, el ñorso armado le pegó un tiro al aire, como para intimidar la huida.

Pese a todo, el motoca no paró y logró zafar. Una vez que se sintió a salvo, dejó a su pareja y a la hija para ir junto a un vecino, que de acuerdo a los datos brindados por los uniformados sería un subcomisario de apellido Agüero. Entre ambos rondaron la zona, y ni bien lo identificaron, llamaron refuerzos para detenerlo. Al requerirle identificación, ¡resultó ser un policía en servicio activo! llamado Matías Nicolás Céspedes López (22).

FALTABA UNA BALA

Al quedar detenido, a Céspedes le quitaron su arma reglamentaria. La misma tenía solo 11 cartuchos de los 13 que suele cargar.

DETENIDO

El policía sospechoso de intentar robar quedó recluido en la Comisaría 8.ª de Capiatá, a disposición del Ministerio Público.

“TOLERANCIA CERO”

Una vez que se supo del caso, desde el Ministerio del Interior soltaron un escrito en el cual se informó sobre la “tolerancia cero” para aquellos uniformados corruptos o involucrados en hechos punibles. El escrito hace referencia al caso y menciona que agentes de la Jefatura de Policía del Departamento Central esclarecieron un hecho de robo agravado y capturaron al sospechoso, que resultó ser un suboficial. Céspedes estaba destinado a la Dirección de Justicia Policial. El mismo sería dado de baja “deshonrosa” y afrontará un juicio penal.