• Carolina tiene 24 años y desde chica siempre soñó con ser modelo. Está dando sus primeros pasos, aunque sin abandonar su carrera de Ingeniería Comercial.

“Ser modelo era un sueño que tenía desde chica y quise probar cómo me iba” comentó la rubiaza, quien se anotó en el curso de modelaje de HR Models para subir a las pasarelas.

– ¿Por qué modelaje?

– Me gusta mucho cuando subo a la pasarela y soy admirada por mucha gente. Es como si no fuese yo, me convierto en otra persona y me siento bien conmigo misma. Me encanta lo que siento.

– ¿Seguís alguna otra carrera?

– Sí, estoy estudiando Ingeniería Comercial.

– ¿Hasta dónde soñás llegar con el modelaje?

– Quiero llegar a ser conocida internacionalmente, me gusta mucho donde llegó Larisa Riquelme y a ese nivel quiero estar.

– ¿Cómo te describís?

– Soy muy divertida, me encanta estar siempre con una sonrisa. Le paso la mano a todas las personas que me necesiten, soy una amiga incondicional, en las malas y en las buenas ahí estaré. Pero por sobre todo amo a mi familia.

– ¿Cuál es una virtud tuya?

– Que siempre trato de extender la mano a quien me necesita. Pero también tengo defectos, soy muy confianzuda y a veces me lleva a grandes decepciones.

– ¿Qué te gusta hacer?

– Me gusta cantar, me encanta en realidad estar con los amigos y cocinar. Cuando entro en la cocina todo lo hago con amor, me pone feliz tenerle a las personas que amo ahí cuando más necesito.

– ¿Qué sueños tenés por cumplir?

– Llegar a ser conocida y ayudar a las personas más necesitadas.

– ¿Hay alguna modelo cuyos pasos te gustaría seguir?

– Liliana Álvarez, me identifico mucho con ella por mi forma de ser y me gusta la humildad que mantiene. Es una persona 10 puntos.

– ¿Te gusta la TV o solo te dedicarías a la pasarela?

– Me encanta la televisión y ojalá algún día se me dé y pueda estar en algún programa, ya sea como panelista o imagen.

– ¿Estás en pareja?

– Sí.

– ¿Cómo te conquistan?

– La verdad soy muy romántica, me gustan los detalles y no precisamente un 0 km jajaja. Me gustan las rosas, que el hombre sea atento, respetuoso y, por sobre todo, que me ame.