• UN PROPÓSITO. “Estoy aquí porque Dios tiene un propósito para mí (…). Voy a testimoniar que para él no hay nada imposible”, dijo la peque
• SE RECUPERA. La niña atropellada en Reducto ya fue dada de alta y se recupera en casa de unos familiares

Dirige su mirada suave al interlocutor y con esa voz que delata sus 6 añitos suelta una frase: “Gracias por venir. Estoy aquí porque Dios tiene un propósito para mí”, dijo mientras con una tierna sonrisa comunicaba la felicidad que siente en su interior.

Ella es Petronita, la pequeña niña que sobrevivió al grave accidente de tránsito ocurrido hace unos días en Reducto, San Lorenzo. Su estado mejoró progresivamente ante el asombro incluso de los personales de blanco, y ya fue dada de alta en el Hospital del Traumas, de Asunción.

Tanto ella como toda su familia atribuyen al de arriba su recuperación. “Voy a hablarles a mis amiguitos del poder de Dios. Voy a testimoniar que para Él no hay nada imposible”, dijo.

La pequeña, quien reposa en la casa de sus tíos, ubicada a cuadras de donde sufrió el accidente, comentó que da las gracias a Dios orando y pidiendo por la salud de los demás.

“En el hospital vio mucha gente enferma y ella ora todos los días conmigo por esas personas y pide a Dios por la salud de todos los enfermos” comentó su papá, don Sebastián Armoa (33), quien, al igual que su esposa doña Fidelina (27) no se separan un segundo de Petronita.

“Mi papá me enseñó a ser agradecida con Dios”, agregó la niña. La chiquita está feliz, rodeada de sus seres queridos, y no ve la hora de poder jugar con sus amiguitos y compañeritos del preescolar, allá en Ciudad del Este, de donde es oriunda. “Quiero jugar a las muñecas con mis amiguitos, correr con ellos”, dijo.

Oración

Para don Sebastián, la recuperación de su hija se debe al poder de la oración.

“Su hermanita de 3 años me dijo que ella iba a salir del hospital”

Para don Sebastián no cabe duda que la recuperación de su hijita se debe a que Dios tiene un propósito para ella. “Para los doctores el estado de mi hijita era muy, pero muy complicado. Pero yo les dije que Dios iba a obrar, y así sucedió. Los doctores tuvieron fe y fueron un instrumento de Dios para que mi hija se recupere y les estoy muy agradecido”, dijo el karai. Además, agregó que su otra hijita de 3 añitos le dijo un día antes que su hermanita saldría del hospital. “Su hermanita de 3 años dobló las rodillas y oró por Petronita. Ahí me dijo que iba a salir del hospital y al día siguiente le dieron el alta”, comentó.

Agradece la ayuda de muchas personas

Don Sebastián es vendedor ambulante, es el sostén de su familia. Pero por todo lo que le pasó a Petronita tuvo que dejar su laburo y quedarse al cuidado de su hijita, al igual que su señora Fidelina. El karai está agradecido con todas las personas que le tendieron la mano, ya sea con oraciones o acercándoles algunas cosas que necesitan para el vivir cotidiano.

“Quiero agradecer a todas esas personas de buen corazón que me están apoyando. Solamente Dios les va a saber pagar con bendiciones”, dijo. El don omombe’u que lo que más necesitan ahora es una camita para Petronita, ya que está usando uno que pertenece a su primito en la casa de sus tíos donde se están quedando. “Ahora no estoy trabajando y no puedo comprarle”, dijo. Si querés ayudar a Petronita y su familia, podés llamar al (0985) 46 29 16.

El accidente que marcó la vida de la pequeña

El accidente ocurrió el pasado viernes 26 de mayo en horas de la tarde en el cruce de la avenida De la Victoria y la calle Gervasio Salomón, en el barrio Reducto de la ciudad de San Lorenzo. En la grabación del circuito cerrado se puede observar cómo la pequeña niña se encontraba con su mamá y su hermanita a punto de cruzar la calle y en un descuido salió corriendo y es atropellada por un automóvil, guiado por Nelson Molas Centurión (28). La niña “voló” varios metros y cayó a una cuneta. El conductor del vehículo en todo momento ayudó a la familia.

Consultas

Petronita debe ir a consultar el lunes en el Hospital de Traumas y hacerse algunos estudios.

Molestias, poco

La niña casi no siente molestias. Eso sí, debe reposar absolutamente y no debe esforzarse.

Jugar

Es lo que más extraña Petronita. No ve la hora de poder estar con sus amiguitos.