• PUERCOS. Aparte del olor a caña que tienen, empiezan a pesadearles a las yiyis. Ahora con el frío y las ventanas y puertas cerradas es peor

Un akãrasy para el rollete, y en especial para las mujeres, suele ser andar en colectivo, por los miles de “obstáculos” que deben pasar para arribar a destino. El clásico plagueo es que siempre hay que andar apretados como vacas en transganado. Pero ahora el tema es que cada vez hay más pochontó que no respetan ni el lunes, quienes aparte de apestar con olor a caña se quieren hacer de los letraditos con las yiyis, según denuncian ellas.

“Peor es si te vas como vaca todo apretado. Ahora con el frío se cierran las ventanas y las puertas y es inaguantable el olor a alcohol a cualquier hora y día. Más todavía están esos que se acercan gua’u a vos, aprovechan que viajamos muy apretados”, se plagueó María Roa en comunicación con Crónica, una pasajera que viaja con frecuencia desde el interior a la capital.

A través de nuestras redes también se plaguearon mucho tanto las chicas como los arrieros. “Pejahúna lomitã pende katî ha olor a bebidas y cerveza, vino, caña… ine penderehe, lo kuñakuéra atu (báñense na gente, tienen katî y olor a cerveza, vino, caña… huele mal por ustedes, las mujeres si que)”, le bajó Franci Méndez, a través de su cuenta de Facebook.

Otro plagueo fue el de Sabrina, quien dijo que “los viernes y sábados abundan todo tipo de ka’úcho” y Faby Valdez katu dijo que “lastimosamente hay hombres desubicados que aprovechan para apretarte y hay otros que ndojeraporãi y huele a jurune, a alcohol”.

JURUNE, PYNE Y KATÎNÊ

El pochontó no fue el único blanco de críticas de la gente. No se salvaron los jurune, katînê, pyne, el olor de falta de baño de una semana, ere eréa voi. Los pasajeros aseguraron que ahora lo que más se huele porque las ventanas están todas cerradas y se pone la calefacción.

Según lo que dijo la gente fuimos sacando otras situaciones que más les molesta al viajar en el micro: entre las que más se mencionó está el subirse temprano a un colectivo, ya que de tan lleno que están ya no te alzan, también que hay que esperar por mucho tiempo algunas líneas, viajar parado y apretado, que no te den asiento estando embarazada, con tus hijos pequeños o siendo abuelitos.

Cuando más apurado estás el bus no llega, tener que pagar más de un pasaje para llegar a destino, que se sienten pibes chorros al lado, los desconocidos que cuentan sus historias y no se callan más, ere eréa.

A DIARIO

Mucha gente vive a diario todas estas odiseas en los colectivos, algunos ya se acostumbraron.

OTRA OPINIÓN

Entre los comentarios de la gente estaban quienes decían que cuando se viaja en un colectivo hay que aguantarse, o directamente comprarse un avión.