• PRESA FÁCIL. Los microtraficantes que operan cerca de escuelas utilizan a estos menores para “vender”, y consumen a dos criaturas

En el Centro Nacional de Adicciones diariamente reciben a cientos de personas que van a consultar por problemas con las drogas, pero sin dudas que lo más terrible es la cantidad de niños en situación de calle que vienen para ser asistidos por una alta dependencia a basuras como el “chespi”.

Anteriormente, la cola de zapatero era lo que más se consumía, luego pasaron a la marihuana, hasta caer en una de las drogas más destructivas, adictivas y por sobre todo baratas, como el crack.

Julio Garay, funcionario de este centro, comentó sobre la terrible situación por la que pasan a diario en dicho lugar. “Aquí pasan primero por un filtro antes de ser admitidos como pacientes internados, ya que cuentan con pocos sitios disponibles por el espacio físico” comentó. Dijo que “tenemos pacientes pediátricos desde 7 años que se encuentran en pleno tratamiento, pero no siempre se obtienen los resultados esperados”.

Comentó que mientras están ahí, se encuentran bien, “pero las cosas cambian una vez que terminan saliendo de alta, porque terminan otra vez en la calle y la recaída es mucho peor. Necesitan el acompañamiento de la familia para salir de esta terrible enfermedad, pero en lugar de ello, ocurre lo contrario, y eso los termina fulminando”.

Muchos de estos chicos son víctimas de microtraficantes, quienes les dan como “paga” un poco de la porquería que “venden” a cambio de que envicien a otros chicos que luego se convertirán en clientes.

DOCENA

12 son los menores de 7 a 14 años que se encuentran internados para seguir el tratamiento.

CASOS ADULTOS

Un total de 184 pacientes mayores de edad fueron internados en el centro en lo que va del 2017.

JÓVENES Y PEDIÁTRICOS

En lo que va del año unos 147 jóvenes quedaron internados y 355 casos pediátricos fueron registrados.

DESINTOXICACIÓN

Una vez que el niño es admitido luego de pasar los exámenes psicológicos, pasan a la siguiente etapa, una de las más difíciles, la cual es el periodo de abstinencia que en muchas ocasiones son interrumpidos porque es tan fuerte su adicción que se vuelven violentos y agresivos, por lo que terminan abandonando la internación.

En ese caso son retirados por los padres, y si son en situación de calle, son retirados por la Secretaría de la Niñez, ya que los del centro no pueden obligarlos a que culminen esos 30 días encerrados.

Tanto la abstinencia como la recaída son terribles para el paciente, porque los vuelve más intolerables.

RECURSOS

El Centro de Adicciones cuenta con un total de 142 personas que trabajan en horarios rotativos, pero por la gran cantidad de adictos que concurren para ser tratados, hace que este número quede corto para una lista tan larga. Es el único centro a nivel país, y aunque existen otros que son privados, por su alto costo no son muy accesibles.

“Es necesaria y urgente la ampliación del presupuesto, para que de esa manera se puedan culminar varias de las obras del sitio que quedaron a medias por falta de recursos económicos. Con esas mejoras se podrá aumentar la cantidad de pacientes internados permanentes, que hoy no pasa de 30, la mitad son adultos y el otro cupo se dividen entre pediátricos y jóvenes” he’i Garay.