ZANJA PYTÃ. Un terrible crimen se perpetró contra un arriero de unos 31 años, que de acuerdo a los datos de la Policía sería un rapai llamado Roberto Dos Santos, quien vivía en la calle y por las noches dormía en el cementerio de la ciudad.

Fue justamente en este lugar donde, irónicamente, encontró la muerte.

Pero lo suyo no fue para nada “en paz”, sino -por el contrario- partió de este mundo de una manera por demás salvaje, ya que antes de morir le jugaron todo mal al tipo, dejando su cuerpo tirado.

Un examen del médico forense precisó que ligó una partida de puñaladas en varias partes del cuerpo, a la vez que también presentaba nada menos que cinco impactos de bala.