• SUPERPODERES. A pesar de los shock eléctricos y con los fuertes dolores, él continuó ayudando a sus vecinos a apagar el fuego

El terrible grito de una niña despertó el sueño de las familias que se encuentran en los hogares provisorios del refugio para evacuados de la inundación, que se encuentra a unos 50 metros de la Catedral de Asunción.

El pedido de auxilio de la pequeña y de su madre era porque de repente, un feroz incendio se había desatado en unas de las casitas y rápidamente empezaba a extenderse.

La desesperación y confusión se apoderaron de los ocupantes de las precarias viviendas que ardieron a toda bala ya que son puro cartón y madera.

Todos comenzaron a traer agua en lo que tenían a mano y ahí apareció un valiente joven de nombre Luis Orlando Guzione (18), que salió presuroso de una de las casas y sin pensarlo dos veces fue al auxilio de sus vecinos, con la intención de rescatar a quienes pueda.

En ese ínterin, en su afán de socorrista recibió una fuerte descarga eléctrica de uno de los cables que cayeron al suelo debido al incendio. “Fui corriendo para ayudar y ahí sentí la descarga que me tiró a unos metros, me quedé desorientado y con fuertes dolores, pero me volví a levantar y comencé a ayudar en lo que podía”, contó.

En medio del incendio, para tratar de evitar que el fuego alcance otras viviendas, nuevamente recibió otra fuerte descarga que le volvió a tirar.

“Me quise parar y me temblaban las piernas del dolor y una vez más me levanté”, he’i. Y cual si fuera un capítulo de Dragon Ball, este inmortal “Goku” chacariteño, siempre en medio de su cruzada por salvar gente, recibió ¡una tercera descarga eléctrica!

“Ese me dejó tendido en el suelo por varios minutos, sentí como la electricidad recorría mi cuerpo, cuando me pude recuperar continué ayudando. Lastimosamente no pude evitar que mi casa se queme completamente”, mencionó el valiente joven.

6 Casitas

Las llamas consumieron todo lo que se encontraba a su paso, dejando prácticamente sin nada a las familias afectadas.

“Corrimos del agua y al final el fuego nos dejó sin nada”

Con la impotencia de haber perdido todo, la señora Sandra Ramírez, propietaria de la casita de madera en donde se inició el voraz incendio, comentó cómo ocurrieron los hechos.

“Estábamos todos acostados cuando mi hija grita, mi marido se levantó y el humo más el fuego comenzaban a rodearnos, por suerte pudimos salir a tiempo y ver cómo el fuego se llevaba todas nuestras cosas, nos quedamos sin nada, corrimos del agua y al final el fuego nos dejó sin nada”, señaló la doña con profunda tristeza.

“Lo material a la larga se recupera, por suerte mi familia salió viva de esta terrible desgracia, los cables estaban chispeando cuando se inició el fuego en la pieza de mis hijas”, refirió la afectada.