• “Hay por ejemplo gente que se cura de cáncer terminal, o un caso de un bebé que tenía una enfermedad irreversible” comentó con mucha fe el padre Cornelio Villalba

En dos a tres meses más se calcula que María Felicia o Chiquitunga sería declarada “beata” en El Vaticano, y muchos ya sueñan con que se convierta en la primera santa paraguaya. Cada vez más personas se encomiendan a ella y varios milagros empezaron a hacerse conocidos últimamente, según lo confirmó el padre Cornelio Villalba, del monasterio Carmelitas Descalzas de Asunción.

“Muchas personas empezaron a comunicarse con nosotros para dar testimonios de los milagros que está haciendo Chiquitunga. Hay por ejemplo gente que se cura de cáncer terminal, o un caso de un bebé que tenía una enfermedad irreversible y lo operaron. Cuentan que era casi imposible que se recuperara y si se recuperaba iba a quedar con secuelas, pero luego de que la madre se encomendó a María Felicia todo salió bien”, relató el pa’i.

Explicó que el proceso de beatificación empezó en el año 1997 y que ahora estaría en su fase final. “Podría tardar dos a tres meses o más, depende del tiempo de Dios”, explicó. El padre pidió a los católicos profundizar sobre la historia de Chiquitunga, y empezar a orar por su beatificación.

“Queremos que la gente acompañe esta causa y la mejor preparación es conocerle a ella para cuando llegue el momento de su beatificación ya la conozcan”, siguió. Dijo que la congregación tiene mucha esperanza de que se logre su pronta beatificación, ya que hay milagros que avalan eso.

Se apareció vestida de monja y sanó a un niño

Uno de los testimonios que llegó a las Carmelitas Descalzas es el del pequeño Leo, a quien le diagnosticaron un tumor muy agresivo en el abdomen. El tratamiento se llevó a cabo en un hospital de Curitiba (Brasil) por ser un caso muy delicado. Los doctores debían operarlo pero no había caso de sacarle el tumor, ya que eso representaría un peligro para su salud.

Sus padres y toda la congregación en Paraguay se pusieron a rezarle a Chiquitunga y un día, su madre y Leo fueron a una iglesia a suplicarle a Dios que cure a su niño. Se le apareció de la nada una monja a decirle que su hijo ya está sano, y “esa monja era Chiquitunga”, reza el testimonio. Leo se curó de forma milagrosa.

Otro proceso para que sea santa, he’i

El padre Cornelio contó que luego de la beatificación el siguiente objetivo será que Chiquitunga sea santa. Este ya es otro proceso, el de la canonización, donde se debe comprobar otro milagro para que María Felicia sea santa. “Es otro proceso ya. Estos milagros que estamos recibiendo ahora no nos sirven, debido a que el milagro debe darse luego de que ella sea beata”, explicó.

Entregada a Jesús hasta su muerte

A Chiquitunga se la conoce por tener un corazón bondadoso desde los primeros años de su vida. Pese a que sus padres no eran muy entregados, ella siempre tuvo un llamado muy especial hacia Jesús.

Ella murió a causa de una enfermedad hace 58 años y sus últimas palabras fueron: “Papito querido, ¡qué feliz soy! ¡Qué grande es la Religión Católica! ¡Que dicha el encuentro con mi Jesús! ¡Soy muy feliz! Jesús te amo. ¡Qué dulce encuentro! ¡Virgen María!”

SUS PENSAMIENTOS

• “Quisiera en todo y siempre decir: SÍ, PADRE, conformando a tu divina voluntad mi pequeña voluntad”
• “Quiero que todo se sature de Cristo y, donde quiera que sea, que pueda dejar un rayito… Ahí me propongo estar”
• “Quiero trabajar hasta hacer que el día tenga 25 horas y caer rendida de felicidad… por haber dado todo”