• TAPE VAI. El mal camino y la inclemencia del tiempo hicieron que no pudiesen llegar rápido al Hospital Distrital

Eran un poco más de las 8 de la mañana de ayer cuando el teléfono sonó en el Hospital de Curuguaty. Del otro lado del tubo la voz de una mujer alertaba que necesitaba ayuda. “Estoy a punto de dar a luz”, era el mensaje de V. A., de 17 años, y pidió por favor que una ambulancia acuda a su domicilio, ubicado en la zona de Brítez Cué, distrito de Yby Pytã, en el departamento de Canindeyú.

El conductor, Valentín Ripol, en compañía de la licenciada en Enfermería, Graciela Aquino, abordaron el móvil y acudieron hasta la casa de la mujer. Cuando llegaron, la alzaron cuidadosamente a la ambulancia y partieron urgentemente rumbo al Hospital Regional.

Pero por culpa de la inclemencia del tiempo y del mal estado del camino, la llegada al nosocomio se dificultó. En ese momento V. A. ya no pudo más. Fue ahí que la licenciada Aquino, como una verdadera heroína, se hizo cargo del asunto con la ayuda del conductor Valentín, otro capo que no dudó en tender la mano para ayudar.

“Que no grite en los pujos, que haga fuerza como si estuviera en el baño”… y otras tantas frases más, decían mientras la mujer, un poco asustada, se dedicó a lo suyo: parir. Finalmente el “parto improvisado” fue todo un éxito y la nueva princesita de esta tierra llegó sana y salva.

“Fue un momento único. Por culpa del mal estado de las calles no pudimos llegar al Hospital Distrital de Curuguaty, el parto se adelantó y la mujer parió en la ambulancia”, explicó Valentín. “Gracias a Dios todo salió muy bien. Fue algo increíble”, agregó la licenciada.

“Están en buenas condiciones”

“El camino estaba muy feo, la verdad que nos falta el asfalto en esta parte de la ciudad. Si había, llegábamos más rápido al hospital”, dijo la licenciada.

“Por suerte todo salió bien y ambas están en buenísimas condiciones. Están en el hospital donde quedarán en observación bajo el cuidado de los médicos. Lo que nos pasó hoy nos llena de alegría porque nuestro trabajo salió todo bien”, dijo orgullosa la licenciada Aquino.

“Es algo que me pasa por primera vez. La verdad que estamos contentos”, dijo por su parte don Valentín. “Ver la felicidad de la madre y que nos diga gracias por ayudarme, eso no tiene precio”, agregó.