Las agujas del reloj parecían no moverse nunca. Las 9:30 detuvieron el tiempo en los corazones ansiosos de más de 30 parejas, quienes movidas por el amor y la oportunidad que les dio la fundación Santa Librada formaron un verdadero “vendaval” de “tortolitos” para darse el “sí” y firmar el libro “hû”.

Los rostros dejaban ver una javorái de sensaciones. Alegría. Impaciencia. Nervios. “¿Ya llegó el juez?” preguntó una de las novias mientras que de reojo no le perdía la marca a aquel con quien se comprometería “para siempre”. Las risas, más por ansiedad que por otra cosa se dibujaban en los rostros de los presentes.

Uno de ellos fue Julián Bobadilla (27), quien emocionado y con una sonrisa de oreja a oreja contó que se enamoró de su señora esposa hace más de dos años en un supermercado, lugar donde ambos trabajan.

“Nos conocimos trabajando, y así nació el amor. Empezamos a salir y nos enamoramos. Hace dos años y medio que estamos juntos”, decía el nuevo esposo.

Resaltó que hace tiempo que ya vivían juntos y la charla de querer casarse ya estaba en planes desde hace varios meses, pero la sitú económica era el factor que imposibilitaba el tema. Como querer es poder, y el deseo de convertirse en esposo de su amada Lourdes estaba más que firme, no dejó pasar la oportunidad.

“Hace meses que estábamos en la charla y cuando nos enteramos de esta posibilidad no dejamos pasar. Ahora ya nos casamos”, decía don Julián, asegurando que el apoyo de sus familiares fue clave.

Además de las más de 30 parejas que ayer dieron el “sí”, en la fecha otras 60 parejas también se jurará amor eterno.

Darío y Daisy también autografiaron el libro “hû”

“Cuando vi el mensaje en mi correo enseguida le escribí a mi novio a contarle y aprovechamos el momento”, decía Daisy Ramírez, una de las nuevas esposas. Contó que hace dos años que este par de tórtolos están juntos, y además que ambos ya son papis de un bebé de tan solo 5 meses.

“Ya tenemos un hijo y para formalizar más nos decidimos casar”, decía la doña pyahu, dejando salir una gran sonrisa de sus rostro.

Por su parte, Darío Colmán afirmó que cuando su “lapa” le contó el caso no dudó un segundo y le dijo que se casaría con ella.