UNA SEMANA EN SU PANZA. Le hicieron rayos X y le iban a operar, pero falleció antes

BRASIL. Los prisioneros buscan ingeniarse siempre para esconder esos artefactos que están prohibidos dentro de las cárceles.

Quizás uno de los más requeridos por los internos son los celulares, ya que con ellos hasta pueden seguir con sus actividades delictivas desde adentro.

Pero esta vez, un preso de una cárcel de Brasil extremó recursos para tratar de evitar ser pillado con unos aparatos en su poder ¡y se los tragó!

El recluso, de 26 años, murió el pasado jueves tras pasar más de una semana con tres teléfonos celulares en su estómago. Según un portal local, ocurrió en la cárcel Sílvio Yoshihiko Hinohara, en el municipio de Presidente Bernardes.

Ante el anuncio de un cateo general, el joven decidió “tragar” los tres celulares para que no fueran descubiertos.

Una semana más tarde, tras no haber podido expulsarlos como pretendía, empezó a sentir fuertes dolores y buscó ayuda médica.

Después de someterlo a un examen de rayos X en el que se constató que tenía los tres aparatos en su estómago, los médicos le recetaron laxantes y lo devolvieron a prisión.

Pero al no poder expulsarlos, fue conducido a un hospital para ser sometido a una operación que se fijó para el jueves y no pudo concretarse debido a que el hombre murió unas horas antes.

¡DIEZ TELÉFONOS!

En junio de este año, tres presos fueron descubiertos en el mismo centro penitenciario con 19 teléfonos móviles en sus cuerpos, uno de ellos con diez celulares en su estómago.

SOBREPOBLADA

Según la Secretaría Penitenciaria del Estado de San Pablo, la prisión fue inaugurada en noviembre de 1990 y cuenta con algo más de 2.000 presos, pese a que su capacidad es para 1.247.