PARA OLVIDAR el mal sabor del amor, lo usaba como paño de lágrimas, pero la vida le pasó la factura, y ahora su corazón se divide en dos.

Un día me cansé de las farras en que andaba mi novio y le pedí que decidiera o la joda o yo, él sin pensarlo me dijo que no dejaría de salir con sus amigos. Ahí me bajoneé y le dije que lo nuestro se cortaba. Antes de terminar con mi novio ya hablaba con un amigo suyo por el Facebook, le contaba mis problemas y él me aconsejaba, era mi paño de lágrimas. Durante todo ese tiempo no supe nada de mi ex hasta que pasó un mes y volvió a buscarme, pero yo ya estaba intentando olvidarlo con mi amigo. Chateábamos siempre hasta que nos vimos en persona, fue muy buena onda al vernos nos abrazamos como si nos conociéramos de hace mucho y fue un abrazo tan fuerte que ya me hizo sentir segura.

Antes de despedirnos para regresar a mi casa me pidió que sea su novia y sinceramente yo solo quería olvidar a mi ex, ya que tanto daño me hizo y sin pensar le acepté al otro.

Se puso completamente feliz, me abrazó fuerte y me miró fijamente a los ojos, lo vi tan ilusionado como yo, pero al correr de los días seguí escribiendo con mi ex, siempre seguí en contacto con él y dándole a entender que si quería podíamos volver, pero nunca me dio alas o si me daba me las volvía a cortar enseguida, porque sus salidas eran lo primordial para él. Así pasó el tiempo, yo formalicé más con uno y mi ex quedó más a un costado en mi vida. Hasta que descubrí que andaba en alguna cosa rara y le dije que si quería joder nomás conmigo, que me diga, porque no quería volver a sufrir. Él me negó eso, pero empezó a alejarse de mí, poco a poco.

Fue en ese momento que empecé a confundirme porque cada vez que uno me fallaba o me hacía sentir mal yo me refugiaba en el otro. Y ahora, no sé por quién de los dos decidirme porque mi ex sigue queriendo salir nomás y mi novio sale y a mi no me importa, todo lo que haga me da igual, pero tampoco quiero perderlo, no sé por qué… es como que me siento atada a ambos.

SOFÍA, DE LAMBARÉ, 20 AÑOS

RESPUESTA: Trabajá por lograr tus metas. Sos la única dueña de tus pensamientos.

Cuando las cosas no salen como queremos surge un sentimiento de frustración que de acuerdo a su intensidad y nuestro carácter reaccionamos con molestia, ansiedad, depresión, angustia etc. Puede ser que no estés preparada para sobrellevar el dolor, así que cuando uno te falla antes de sentirte mal, buscás refugio en el otro. Así nunca te entregás del todo a uno porque te alimentás de la energía de ambos, tal vez te falte entrenamiento para enfrentar sola tus conflictos. Sos la única dueña de tus pensamientos. Sincerate contigo misma, pensá realmente lo que querés para tu vida y trabajá por conseguir esa meta. A veces pensamos que todo lo que nos pasa es lo más trágico del mundo y que no vamos a poder aguantar, entonces buscamos bastones emocionales, pero tenés que desarrollar tus propias habilidades para salir de ese malestar sola, no evitarlo, pero sí aprender a manejarlo. A veces solo se necesita paciencia, no tiene nada que ver con la necesidad y tiempos de espera, sino con la fortaleza para enfrentar una crisis sin dañarnos emocionalmente. La poca tolerancia a la frustración provoca que, ante cualquier incomodidad, nos desmotivemos y abandonemos nuestras metas y proyectos.