Una romántica tarde de noviembre a más de un centenar de parejas les picó el bicho del amor y ante Dios se juraron amor eterno ayer en la Catedral Metropolitana de Asunción.

En medio de la adrenalina del momento algunos tuvieron tiempo de recordar cómo empezaron la historias de amor que sellaban con el sí quiero. Muchos encontraron la medianaranja entre los pasillos de un supermercado, personas que diariamente iban a trabajar y de esa manera ganarse la platita diaria, pagar las cuentitas, forjarse un futuro. Encontrar el amor en el súper es cosa de novela, donde cientos de personas entran y salen a cada momento de estos sitios, gente apurada que muchas veces va contra el reloj y no poseen mucho tiempo.

Pero en medio de ese mundo de compras hay personas que terminaron encontrando al amor de su vida, como el caso de Darío Silveira (36) quien trabaja como guardia de seguridad en un súper de Lambaré y Gladys Gómez (39) quién se desempeña como promotora en el mismo local en donde su pareja se encarga de brindar seguridad a los clientes.

Darío confesó que para él fue amor a primera vista, y que le costó bastante enamorar a Gladys, quien a su vez confiesa que se ganó su amor a base de buen trato. La educación y el respeto fueron la base para ganarse el amor de ella, después de un año ahora son un matrimonio feliz.

“Hoy en día es difícil encontrar hombres que se quieran casar, él es una persona maravillosa y estoy muy feliz por el gran hombre que tengo como esposo”, agregó la novia.

El casarme con ella: un regalo de Dios

“Un regalo de Dios”, así describe Ramón Leiva su nuevo estado civil, ya que él no pensaba que se terminaría casando con Josefina Duarte, ellos llevan ya una vida de pareja de unos 10 años, aún no tienen hijos.

El feliz esposo dijo estar orgulloso de la mujer que lo acompaña desde hace tantos años.

“Yo viajé por dos años a la Argentina y nuestro amor fue muy fuerte, pues ella me siguió esperando así como lo habíamos conversado, y ella también feliz por el paso que dieron como pareja.»

El flamante esposo trabaja en un súper como carnicero y no dudaron en aprovechar la oportunidad para darse el sí frente al altar cuando se enteraron de que se organizaba un casamiento masivo.

La bondad, una cualidad difícil de hallar”

Después de 5 años de noviazgo la joven pareja aceptó dar el “sí”, ambos se flecharon en el súper en donde María Rodriguez trabajaba como promotora y fue ahí en donde Alcides Benítez se enamoró de ella. Según comentó el novio, él solo iba al súper para poder mirarla, hoy ya están felizmente casados, la cualidad que los dos mencionaron que los unió es la bondad que cada uno alimenta en su corazón.