• DESESPERACIÓN. En medio de un llanto sin consuelo, doña Catalina contó cómo lucharon para sacar vivo al nenito de las llamas.

CIUDAD DEL ESTE. Corazones fatigados de tanto luchar. Rostros humedecidos con lágrimas desesperadas por lograr algo que finalmente fue imposible. La mirada agitada y una respiración perdida reflejaban a claras la horrible sensación de haber conocido en persona a la desgraciada muerte. Esa que se llevó de entre las llamas que consumieron una humilde casita a Gilberto (27) y Thiago, tío y sobrino, este último, un chiquito de apenas cinco añitos.

“Desde mi casa yo escuché el grito de un niño y luego cuando miré a mi costado ya visto la casa prácticamente devorada por el fuego” comentó con una voz quebrada doña Catalina Mareco de Quiñónez, vecina donde ocurrió la tragedia, en el barrio San Alfredo Fracción San Alberto.

“Juntamos rápido lo que había para tirar agua. Los gritos del chiquito nos partían el corazón. Intentamos apagar como sea, pero no pudimos… no pudimos” dijo totalmente consumida por el llanto de impotencia y dolor.

Como era su costumbre, Gilberto todos los días se iba al alquiler para almorzar. Por más changas que tenía siempre venía a esa hora. Su mamá, doña Natalia Colmán, trabaja como ama de casa a metros del lugar. Ayer, Gilberto había vivido una experiencia traumática. “Hoy ya no me voy a morir porque explotó un poco el transformador de la columna donde trabajamos” habría expresado según comentó una vecina de nombre Bernardina Vera.

Sin embargo, el destino parecía decidido a llevárselo, y junto a él, a una pobre criatura de tan solo 5 añitos que a gritos pidió seguir viviendo.

MAMÁ, ASHÁ

La mamá del mitã’i de 5 años se llama Jessica Colmán, mayor de edad, quien vive en Argentina. Hoy llegaría tras la terrible tragedia.

DE MADERA

La casa tenía cimientos de material, pero las paredes eran de madera, al igual que el cielo raso, lo que habría acelerado las llamas.

SEIS PERSONAS

Vivían en la casa un total de 6 personas, entre ellos un muchacho de 17 años que es especial y no camina y una nenita de 4, que se salvó.

Algo explotó dentro de la casa y ahí se inició todo

Según la hipótesis de la mayoría de los vecinos, algo explotó dentro de la casa y luego ya comenzó el infierno que se llevó al tío y al sobrinito. Según un niño que tiene la misma edad del chiquito que murió, ambos estaban viendo televisor.

Encima, el pasado viernes por culpa de la tormenta fuerte que azotó a Ciudad del Este cayó un árbol sobre la construcción, echando la única parte de material con que contaba la casa. Eso obligó a apretarse un poco más en lo que quedó.

En la casa vivían Gilberto, su mamá Natalia, conocida como “ña Toti”, el marido de la misma, el sobrino que murió con él, el muchacho especial que necesita urgente una silla de ruedas, así como una nenita de 4 años, hermanita del fallecido.