CONCEPCIÓN. Ropa cómoda, mochila por la espalda, un gran cargamento de fe y por sobre todo el deseo que en el Paraguay haya paz es lo que puso patitas en la ruta a cuatro amigos que salieron con profunda devoción hacia una aventura mariana, con el gran objetivo de que le “mamá guasu” los reciba y les conceda ese enorme deseo que portan en sus corazones.

Emprendieron la peregrinación desde Hugua Ñandu, en el departamento de Concepción, y paso a paso se fijaron como objetivo el llegar a la capital espiritual, Caacupé. 

“Es la primera vez que hacemos esto. Siempre veíamos la fe de la gente que iba peregrinando y como somos devotos de la Virgencita Azul, este año nos propusimos ser nosotros los peregrinantes. Desde julio que nos estuvimos preparando para poder aguantar”, contó Milciades Arce (24).

Para hacer el camino más llevadero, amigos del alma lo acompañan. Los otros aventureros de esta travesía de fe son Francisco Enriquez (21), Alfredo Moreira (21), Elizardo Ayala (22).

“Peregrinamos por las bendiciones recibidas además de pedirle a la Virgen que le de paz al Norte del país”, agregó Milciades con voz de emoción.

Resaltó que lo más lindo que están viviendo en su peregrinar es el ánimo y el aliento de los camioneros que le bocinan, que le dan agua y hasta banana para poder alimentarse en su trayecto.