AÑOS. Desde hace más de 20 años trabaja en yanquilandia y recuerda a su país con mucho amor

COMPATRIOTA

EE. UU. Preparar bolsones, guardar los mejores recuerdos dentro de su corazón y decir hasta pronto a su querida Concepción fue la despedida que le dio René Domínguez hace 26 años a la tierra guaraní, para instalarse en yanquilandia.

Hoy, con 42 años, una vez más su Navidad la pasará lejos de su ciudad, recordando a su querido papá que aún vive en el Norte del país.

“Es una lucha diaria, pero ya estoy acostumbrado. Cada Navidad desearía estar en Paraguay. Es muy difícil para mí por las cosas que hago y que tengo. Este año quería irme a pasar con mi papá pero no se pudo” decía el compatriota, quien vive en la ciudad de Nueva York y quien ya es ciudadano “americano”.

El aroma al asado, la rica sopa paraguaya y el infaltable clericó iba ambientando su corazón e imaginación mientras aseguraba que, hasta hoy día, él sigue hablando el dulce guaraní, y comparte día a día con muchos paraguayos.

“Hablo nuestro querido idioma y mis hijos también, por más que a veces les sea difícil” decía el compatriota, quien es padre de 3 chicos a quienes también les cuenta y les enseña de nuestras costumbres.

René recordaba sus inicios en el país hermano donde llegó cargado de sueños y esperanzas. Resaltó que con orgullo cuenta que es paraguayo, que jamás negaría sus raíces y que solo un paraguayo se arriesgaría a buscar nuevos horizontes y a soportar todo tipo de trabajos como lo hizo él. “Somos fuertes y valientes”, he’i con orgullo.

Trabaja en construcción de edificios

René es constructor. Siempre está en obras donde se levantar edificios, que por lo general, son de gran tamaño. Pero he’i que no es solo “material” lo que construyó, sino también una hermosa familia. “Es por eso que se me hace un poco complicado el volver a nuestro país”, aseguró y a pesar que ya vive en yanquilandia desde hace más de 2 décadas, él recuerda con amor y cariño a su querido Paraguay.