• ¡QUÉ CAPOS! Más allá de ser siempre los que se encargan de hacer que vuelva la luz cuando una tormenta se asoma, esta vez brillaron con luces propias

ADMIRABLE. Wilson Otazú, Óscar Brítez y Manuel Jaquet son funcionarios de la Administración Nacional de Electricidad (Ande) de la localidad de María Auxiliadora (Itapúa), distante unos 480 kilómetros de Asunción.

Wilson, uno de los laburadores y dueño de la iniciativa, contó a Crónica que en la víspera de la Navidad estaban de guardia. “A nosotros nos tocaba cubrir de 14:00 a 22:00, entonces -como no teníamos reclamos- surgió la idea. Queríamos hacer algo bueno para los niños de la zona más carenciada. Entonces, les pregunté a mis compañeros qué les parecía si colaborábamos un poco para hacer un aporte a los niños y se dio lo de la donación”, he’i el don.

Los señores hicieron la vaquita de cien mil guaraníes y fueron a comprar unos 150 pandulces y distribuyeron en el precario barrio Villa San Juan de la misma ciudad.

El karai he’i que “hay que hacer cosas buenas en nombre del Niñito Jesús y por sobre todo en agradecimiento por el trabajo y la salud que brinda Dios”.

A don Wilson no le pareció malo ir con el vehículo de la Ande a repartir los pandulces. “Que sea también para algo bueno, que se pueda recordar y no solo para cuando la gente se plaguea porque no tienen luz nomás”, remató.