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Enterró a su bebé: golpes salvajes y mortales

Enterró a su bebé: golpes salvajes y mortales

FRENTE AL CONGRESO. La mujer se encontraba con el resto de su comunidad en la Plaza de Armas esperando lograr una mejor calidad de vida, pero el destino le jugó una terrible pasada

Por lo visto, algo pasa en nuestra sociedad. Cada día aparece una nueva víctima de violencia. Esta vez, la Plaza de Armas de Asunción fue testigo de una de estas situaciones, un acto tan reprochable como doloroso.

Una mujer indígena, quien según lo que se dejó saber recibió una golpiza aparentemente de su pareja, perdió a la criatura que estaba esperando, y se vio obligada a utilizar el parque que está en frente mismo del Parlamento para darle sepultura a su pequeño bebé que nació muerto.

La embarazada estaba acampando en compañía de los miembros de la comunidad Jetyty Mir de Yvyrarovana, departamento de Canindeyú. El jueves pasado fue llevada por los líderes de su comunidad hasta el Hospital de Barrio Obrero.

Allí pillaron que el bebé ya llevaba muerto varios días en la panza de la madre. Los médicos la forzaron a tener un parto, como para retirar el feto. Una vez concluida la intervención, le entregaron los restos a la dolida madre.

Esta abandonó el hospital con el bebé muerto, caminando cuadras y cuadras con el mismo hasta llegar de nuevo junto a los miembros de su comunidad. Triste y estremecedor. Como no tenía dinero para comprar un cajoncito digno y mucho menos tener un lugar donde darle el entierro decoroso que se merecía, decidió cavar un hoyo en medio de la plaza para enterrar a su hijito, frente a la sede parlamentaria. Ni siquiera una cruz. Solo una botella vacía de caña es la única señal que marca el lugar donde tanto dolor fue enterrado.

“Nadie me supo decir quién enterró allí a la criatura»

Josefina Garay, encargada del Departamento Bienestar Indígena del Instituto del Indígena (INDI) estaba al tanto de la situación de la mujer, internada por violencia familiar en el Hospital de Barrio Obrero.

“Yo estaba al tanto de lo que sucedió, su líder vino y nos contó el tema de la violencia hacia ella. Le dije que tenía que hacer la denuncia correspondiente”, he’i a C9N la encargada. Tiró que hubo una especie de teléfono cortado con los médicos, porque “yo quedé que una vez que expulsara el bebé, que me avisaran, pero eso no sucedió”.

He’i que “me fui a la plaza para saber qué pasó, y allí tampoco nadie me supo decir quién enterró allí a la criatura”.

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