• Un joven de Curuguaty sueña un encuentro con su padre. Él vive con su madre, estudia en Caacupé y dice que no tiene ningún tipo de resentimiento con su progenitor

Hace un tiempo pasó una historia amorosa en Caraguatay. Inesperada, fugaz, intensa. Avivó las pasiones, dio sus frutos y trajo las preguntas que siguen buscando respuestas en los pensamientos de un estudiante de Psicología, de 28 años.

Sin rodeos y yendo al grano, Héctor Silva confesó a Crónica que anda buscando a su señor padre, quien se borró del mapa tras un efímero romance con su señora madre. Con prisas. Sin dejar pistas.

“Me intriga quién es, cómo es, si está o no, si vive o no, son preguntas que me hago”, dice Héctor y piensa cómo reaccionarían ambos en caso de un encuentro. Por su mente bailan esos pensamientos, que son permanentes. Y todos los días se imagina un encuentro. “Supongo que nos daríamos la mano”, dice con cierta timidez.

Hay preguntas simples y obligadas que se haría cualquiera, en estos casos. Son dos o tres interrogantes que pueden encerrar datos básicos y resolver misterios. ¿Sabe su nombre?, ¿el lugar donde vive?, ¿cuándo fue la última vez que lo vieron y por dónde?

Héctor sabe lo mínimo. Quizás baste para dar con su paradero y tejer un encuentro. Como nunca soñado y esperado por él. O tal vez sea un golpe al vacío y la desilusión sea muy grande.

“Yo tengo mucha fe. Se llama Jorge Ibarra y está viviendo por Guarambaré. Debe tener 50 y algo. Eso me dijo mi mamá. Estuvo en Caraguatay, era arrocero, conoció a mi madre y me hicieron”, afirmó el joven.

“La curiosidad de conocer a mi papá”

“Le tomé esa curiosidad de querer conocerlo, tomé esa iniciativa para saber si está vivo o ya murió, o algo por el estilo. Siempre quise conocer a mi papá, ya que él no tuvo la iniciativa de buscarme. Si yo ahora le busco no es por interés ni nada por el estilo”, dice Héctor, quien vive con su madre Elva Marina Ayala (53).

CONTACTO

El número telefónico de Héctor Ayala es (0986) 786-553. Espera cualquier dato o pista que lo ayude a encontrarse con su padre.