• BEBIÓ SANGRE DE GATO. El joven estaría sufriendo los efectos de la abstinencia por la falta de droga que antes consumía, según creen familiares

Gustavo Galeano. Corresponsal

CIUDAD DEL ESTE. Luego de todo el guarara que se armó tras la denuncia de una mamá contra su propio hijo, que según ella le arrancó la cabeza al gato de la casa y bebió la sangre del animal frente ella, su familia consiguió la ayuda de un grupo religioso que durante la jornada de ayer realizó una oración por el joven.

La mamá había declarado que desde hace varios días el muchacho de 20 años, de nombre Éver, ya venía comportándose de forma rara, pero esto llegó al límite el pasado domingo cuando degolló al michi. El llamativo suceso fue dentro de un hogar familiar de Ciudad del Este.

Desde una casa vecina, doña Adela Lezcano, la madre, expresó que en la mañana de ayer su hijo ya amaneció mucho mejor luego de que un grupo de religiosos católicos le dedicara un rezo por su estado de salud. Luego de la ceremonia el joven quedó profundamente dormido. A pedido de los mismos, la oración se realizó sin la presencia de ningún curioso para evitar malos momentos, según expreso la mamá. Durante la tarde de ayer, la aquejada residencia ya presentaba un ambiente más tranquilo de lo que anteriormente se vivía en ella.

¿Son secuelas del consumo de droga?

Los parientes lo primero que pensaron fue en una especie de sacrificio de un ritual demoniaco. Tras conocerse todo lo sucedido, la vivienda bautizada por los propios familiares como la “casa del terror”.

Sin embargo, según el grupo de religiosos que visitó la residencia situada en el barrio Ciudad Nueva, la rara escena tendría como raíz la secuela que le dejó al muchacho el consumo de estupefacientes que anteriormente utilizaba.