• SACRIFICIO. Le costó bastante por la falta de tiempo, pero se puso las pilas y ya juró como abogado

Miguel Maciel es un joven oficial inspector que siempre tuvo sed de superación y con esfuerzo y dedicación pudo convertirse en letrado.

Miguel estudió la carrera de derecho en la Universidad Privada del Guairá. “Gracias a Dios terminé la carrera con mucho éxito y con mucho sacrificio”, dijo el joven volái.

He’i que desde que empezó en la Academia de Policías, a la par se puso la meta de seguir la carrera que tanto le gusta y le apasiona.

“Elegí la carrera primeramente porque nos ayuda mucho en la vida para defendernos, se sabe más y la gente cada vez está más actualizada, y uno no se puede quedar ahí no más”, le bajó el nuevo abogado que ya prestó juramento para defender siempre la Justicia.

Miguel dijo que su nueva carrera le va a ayudar mucho en su vida de policía. “Tratamos de superarnos todos los días y esto (conocer de leyes) nos ayuda mucho en la calle”, expresó.

La vida de un policía es muy complicada y a veces hasta riesgosa, pero aún así, Miguel no piensa dejar la institución, ya que siempre le gustó servir y velar por la gente.

“Costó mucho, inclusive llegué a dejar un año por la falta de tiempo y por suerte pude retomar, terminé la Facultad con un promedio 4,50”, dijo con orgullo.

“Todo lleva sacrificio, tiene su costo”, he’i el poli.

El volái letrado instó a sus camaradas de la Policía Nacional que también quieren estudiar pero casi no tienen tiempo y dijo “les instó a que se sacrifiquen, todo tiene sacrificio. Se disfruta más sabiendo que uno llega a la meta con sacrificio, no todo es fácil”, la bajó.

“Por más que yo haya egresado de una universidad privada, por más que se diga que se compra título, no es así. Todo lleva sacrificio, tiene su costo y su fruto. Traten de superarse que tarde o temprano les va a ayudar y servir más en la vida”, he’i.

DESTACADO

A pesar de la falta de tiempo, siempre se destacó y culminó con un casi excelente promedio.