CRACK. Ramón Augusto es un joven que siempre buscó todas las formas para superarse y ser cada vez mejor persona, y por sobre todo ganarse la vida a través de lo que le gusta, en este caso la literatura, una de las cosas que más le apasionan.

Al escritor le gusta armar sus propias historias, ya sean de amor, alegría, superación ere eréa, para luego compartir con las demás personas.

Una tradición voi ya es, ver todos los días a personas que suben a cantar o vender cosas en las unidades del transporte público, pero este no es el caso de Augusto, él se sube a los ómnibus para repartir sus cuentos e incentivar a las personas a que practiquen la lectura y se interesen en la literatura en los buses, ya que en estas épocas casi ya no existen las horas picos y todo el tiempo se tiene un tráfico caótico, entonces lo que Ramón cree es que ese tiempo que se pasa viajando se debería aprovechar para leer un poco y saber mucho más.

Y como no se puede vivir del arte, Ramón reparte sus escritos a cambio de un aporte voluntario de aquellas personas que consideren que su trabajo se merece y vale la pena algunas moneditas que le sobren.

Gustan sus cuentos

Sus cuentos han trascendido con los pasajeros de los buses.

Quiere llegar

El sueño de Ramón es algún día poder escribir una novela de amor.