Jamás lo perdonó. Pasaron 10 largos años y aún así seguía con la sangre en los ojos. Fue por eso que este fin de semana, cuando lo vio, no dudó en pegarle un tiro que, por suerte, no provocó ninguna muerte.
Ernesto Ortiz fue la víctima del caso, y de acuerdo a lo que relató ayer a NPy, recibió el tiro que lo hirió en una de las piernas de parte de un arriero que iba sobre una moto.
De acuerdo a los datos brindados por la Policía, el agresor sería Bruno Almada, quien como es lógico, niega todos los hechos.
La historia de “corazón partido” es de una década atrás. El hoy hospitalizado estuvo de novio durante casi un año con la esposa de Almada. Fue durante un momento de separación entre ambos. De hecho, aseguró que ya en varias oportunidades había recibido amenazas por esto, y finalmente el fin de semana se hicieron realidad.
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