PEDRO JUAN. La noche se venía movidita. Una farra tranqui se estaba viviendo en la casa de José Marcelo Dos Santos (48), un karai brasileño quien reside en la capital del Amambay. Junto a su concubina, Mabel Brítez, de solo 19 años, el bebé de ambos que tenía meses de nacido y estaba empezando a caminar y un chico de 13 años, hijo del finado, se desarrollaba la velada con algunos invitados.

Cuando llegó la hora de decir adiós, los invitados se retiraron y los dueños de casa se dispusieron a ir a la cama. Fue en ese momento en que entró en escena el asesino. Se introdujo a la casa, fue hasta la pieza del hombre y cuando este se disponía a dormir le enzoquetó dos disparos, provocándole la muerte de manera inmediata.

Los gritos desesperados del bebé espantaron al hombre, que en su huir volvió a apretar el gatillo hiriendo a Mabel, quien recibió un balazo en la espalda, dejándola en grave estado.

“Las investigaciones prosiguen, hay una persona sospechada que sería un jardinero conocido de la víctima fatal y se lo está buscando. Aparentemente había un problema de dinero entre ellos y esa sería la causa del homicidio, esa es la única pista que se maneja”, dijo el comisario Fabio Sanabria, jefe de Homicidios de la Policía Nacional.

La persona sospechada sería un tal Júnior Silva, también brasileño, quien habría sido identificado por el menor de 13 años que presenció todo. Su testimonio dio importantes datos a los investigadores.

“Hay antecedentes con las que cuenta la víctima, delito contra la ley de armas, una denuncia por violencia familiar y otro caso en el Brasil por hurto agravado y tráfico de armas”, he’i Sanabria.

ENCUENTRO

La noche anterior hubo una fiesta, cuando todos se fueron el homicida llegó y apretó el gatillo.