• DE ANTAÑO. Doña Rubí es una antigua devota de la Virgen y a sus 87 es todavía la principal ñembo’eyva del barrio, que reza en todos los encuentros

Abrigada por el intenso frío pero dejando salir una hermosa sonrisa de sus tímidos labios, Fulvia Esteche viuda de Rojas es una de las fieles devotas de la Virgen María Auxiliadora, que hoy festeja con ella el día de la santa patrona.

Con 87 años, ña Rubí, como la conocen sus familiares, amigos y vecinos, contó que hace más de 30 años es miembro de la Legión de María y que todos la conocen como la ñembo’ey va, del barrio porque es la encargada de rezar el rosario en todos los encuentros religiosos.

“Todos me conocen porque soy muy de iglesia, siempre rezo y me encomiendo, a toda mi familia le encomiendo a María Auxiliadora y ella es la que nos cuida siempre”, comentó ña Rubí.

En medio de recuerdos, siendo fiel sierva de la Virgencita, contó que una vez antes de salir de su casa para ir a rezar el rosario con su grupo de legionarias, le había pedido a la santa que se manifieste, que ella también quería sentirle como una amiga que está en su grupo. Lo que ella no esperó es que esto iba a suceder de una manera extraordinaria.

“Yo me preparé, le pedí y salí, me fui a rezar, al volver abro la puerta y empiezo a oler un aroma diferente, un olor a rosa, era único su olor. Después le preguntó a la nena que estaba conmigo si ella también olía y me dijo que sí. Se me manifestó con un dulce olor a rosas”,  contaba ña Rubí dejando salir una leve sonrisa de su rostro.

Resaltó que su salud y bienestar es gracias a la bendición que recibe de la Virgen, a quien siempre se encomienda y deja todo en sus años. “Yo tengo salud gracias a la Virgen, ella me da fuerzas para seguir, y le voy a seguir rezando hasta que diga basta, no le voy a dejar por dejar nomás”, terminó diciendo ña Rubí .

«Gracias a la bendición de la Virgen, el problemón terminó”

Sofia Larroza (68), otra mujer devota de la Virgen y una de las cuidadoras de la capilla que está sobre la calle Oroite y Karios, en Asunción, contó que siempre fue muy mariana y que María Auxiliadora obró milagros en la vida de su familia, que llegó a tener un grave problema que hoy día está más que  resuelto.

“Gracias a la bendición de la Virgen, el problemón terminó, le recé mucho a la Virgen y hoy todo es distinto”, contó Sofía. Resaltó que gracias a la nueva capilla, que tiene cerca de 3 años, unió a toda la vecindad por una buena causa de construir un lugar espiritual para todos.