• SEÑALES. Hay ciertos factores de riesgo, hacer los controles necesarios y no tomar el tema a la ligera

Los problemas de audición en los bebés son más frecuentes de lo que todos imaginamos y pueden afectar a nuestros hijos aún sin existir necesariamente antecedentes familiares.

Lo más importante es que, como mamá y papá, estemos atentos a las alertas que deberían impulsarnos a una consulta médica. El lenguaje es clave para conocer si existe algún problema; en otras palabras, si hay problemas de lenguaje, esto puede deberse a que existen inconvenientes auditivos. Pero, ¿cómo podemos saber esto en el caso de un bebé?

“Los recién nacidos generalmente se calman con la voz humana, y en especial con la de mamá. Al oír la voz de mamá o papá deberían manifestar un cambio en su conducta, y tranquilizarse. Si no lo hacen, puede que exista un problema”, indicó la Lic. Silvia Riveros, fonoaudióloga y directora del “Programa Ñahendu” de cuidado del oído, de Fundación Visión. Cuando el bebé no se asusta ante un ruido fuerte que se produce fuera de su campo visual (si se cierra fuertemente una puerta que no ve), también puede ser una señal de alarma.

El 60% de la pérdida

Es importante controlar, se dispone de intervenciones que pueden contribuir a que los niños afectados logren el desarrollo pleno de sus potencialidades.