Un nuevo caso que salpica a la Iglesia Católica es el que se dio en la parroquia Nuestra Señora del Carmen de Asunción, donde en seco le sacaron tarjeta roja a un pa’i acusado de pasarse de calentón ndaje.
El suspendido es Mario Riveros Guerrero, quien por orden del mismísimo monseñor Edmundo Valenzuela está siendo investigado. El “pecado” que cometió este hombre de Dios es que no resistió a la “tentación de la carne” y mantuvo relaciones sexuales. ¡Demonios!
Según el padre Nelson Acosta, la sanción por faltar al celibato es no poder realizar sacramentos públicamente y, por ende, Riveros ya no podrá encabezar misas en ninguna parroquia.
Se especificó que la otra “media hostia” es mayor de edad.
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