• TRAS LA AGRESIÓN. “En ese momento pensé en lo peor”, dijo el soplapitos que ligó el pasado domingo

Mientras todavía se recupera de algunos que otros golpes que recibió en varias partes de su cuerpo, el hombre se pregunta: “¿Por qué la violencia se convierte en protagonista en un encuentro que debía ser simplemente una diversión?”.

El que reflexiona es Jorge Roa (36), el árbitro que -junto con sus compañeros- sufrió ataques y agresiones por parte de jugadores y espectadores en un partido de la Liga de Fútbol de San Roque González de Santa Cruz.

El hecho repercutió a nivel nacional, con la premisa de que los réferes siempre están expuestos a la agresión, física o verbal, sobre todo en los chutes que se realizan en el interior del país.

“Hoy en día hay que ser valiente para ser réfere. Prácticamente en nuestra profesión no tenemos garantías. Sinceramente, no le deseo a nadie lo que pasamos. Hasta con un paraguas me pegó una señora, imagínate una señora. La verdad que siento una impotencia increíble”, contó Roa a Crónica.

Minuto 45 del segundo tiempo. Los equipos de Teniente Castro y Sol de Mayo empataban 1 a 1. En ese instante, Roa tomó una decisión tras una jugada dentro del área de Sol de Mayo.

Cobró penal y con eso “despertó” la furia de peloteros y ni qué decir de los aficionados, quienes invadieron la cancha con ganas de agredir todo mal al réfere.

“En ese momento pensé en lo peor. Vi a las personas sacadas de sí. Yo simplemente hice mi trabajo. Para mí fue penal y cobré”, dijo. “La gente debe entender que esto solo es un deporte, hay que divertirse, alegrarse, pero muchos van a amedrentar y a pelear”, comentó.

“La verdad que está difícil todo esto porque no hay garantías ni dirigencial ni policial, pero más les culpo a los dirigentes, porque no le atajan su público”, finalizó.

“Mi familia se desesperó porque no atendía el teléfono”

Roa lleva diez años como árbitro y es la primera vez que vivió una situación de estas características. “Cuando vi el video, lo primero que me pregunté fue ¿cómo salí de esa?”, dijo. “Incluso en una parte donde ya me pegaron bastante tuve que tomar el palo del banderín del córner para defenderme porque en ese momento había solo dos policías y la gente ingresaba cada vez más a la cancha, ahí pensé en lo peor”, contó Roa.

“Logramos ingresar mbaretépe al vestuario, hice mi informe y salimos en una patrullera. Mi señora me llamaba y yo no podía atenderle porque estaba en otra, ahí se asustaron mucho, pensaron que me pasó algo feo”, contó. Roa dejó un mensaje a las autoridades correspondientes, “que hagan algo, que no puede seguir así esto. Hasta nuestra vida corre riesgo si se sigue así. Dejamos nuestra familia para ir a arbitrar un domingo y que suceda esto es muy triste”, finalizó.

EXPULSADOS

El lamentable suceso terminó con 5 futbolistas expulsados por tarjeta roja directa y denuncias ante la comisaría local y el Ministerio Público.

DIAGNÓSTICO

Roa comentó que acudió hasta el hospital de la zona donde se realizó todo el diagnóstico médico correspondiente. El mismo dirigió el juego con sus compas Ramón Fretes y Carlos Aguayo.

Árbitros

Fueron los jueces que corrieron de los atacantes, tras el penal cobrado.