• SALVARON LA SITÚ. Policías y bomberos voluntarios valécho llegaron justo a tiempo y evitaron una desgracia en el camposanto

La vendedora de flores se encontraba sentada esperando que alguno de los visitantes -que entran al cementerio de Santaní- elija su puesto para comprar unas rosas para rendirle un homenaje a sus finados.

Sin embargo, la vendedora se llevó “flor” de susto. Es que de pronto vio a un joven ingresar corriendo al camposanto. En ese mismo instante se desató el pánico en el lugar. El hombre gritaba desesperadamente y comenzaba a destruir los panteones.

“Las personas nos llamaron rápidamente. Estaba como poseído. Gritaba y rompía las cruces de los panteones. Su actitud posesiva asustó a todos”, comenzó contando Daniel Báez, subcomandante del cuerpo de bomberos azules, cuyo cuartel se encuentra a escasos metros del camposanto.

“De pronto se sacó toda la ropa y subió a un tanque (una altura de unos cinco metros). Ahí nomás llamé a la Policía. Gritaba, parecía que no era él”, agregó.

El momento de desesperación en el cementerio aumentaba conforme pasaban los minutos. Y es que el muchacho, totalmente sacado de sí, amenazaba con lanzarse para acabar con su vida en el camposanto, según polis de la Comisaría 8.ª que intervino en el asunto.

“Llegamos rápidamente y lo que veíamos parecía de esas historias de ultratumba. Vimos al muchacho desnudo arriba del tanque con intenciones de suicidarse”, contó a Crónica el oficial 2.º Adalberto Ruiz, quien acudió al sitio.

“Con mi compañero, el suboficial 1.º Pelagio Pereira, subimos a la torre del tanque y de milagro logramos atraparlo y bajarlo sano y salvo. Pero como te digo, fue muy desesperante todo”, agregó el oficial.

Sufriría ese tipo de “atanques” cada tanto, según la Policía

Los policías que intervinieron en el hecho trasladaron al muchacho hasta el Hospital Regional del lugar. El mismo sería de la zona de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, y que se encontraba de visita por Santaní, según datos que recabaron de sus familiares. Al parecer, el joven tendría cada tanto este tipo de ataques, y el tanque fue el lugar escogido. O sea, son “atanques”. “Así comentó la familia, que sufre este tipo de ataques cada tanto. No sabemos exactamente qué lo que le pasó. Por suerte no sucedió nada qué lamentar”, agregó el oficial Ruiz.

“Todos los que presenciaron el hecho quedaron muy asustados porque destruyó así de la nada los panteones, gritaba cosas raras y más todavía cuando quiso suicidarse”, finalizó.