• CLAVÓ REVERSA HA ¡OIKÓ LA SARAMBI! Aparentemente el chofer “descontrolado” se enojó con “loperro” y les pasó por encima
• NADIE DIJO NADA. Lo más curioso es que, a pesar que al rollo se le pisó, absolutamente nadie hizo una denuncia policial

YBYCUÍ. No se sabe bien qué-pa lo que sucedió. Pero por la pinta que a uno de los prójimos le agarró un ka’u argel ultra súper power y en seco le pasó por encima a ¡10 personas! de una vez. Mientras de fondo sonaba el “Sapi sapi popó”, el “chupi chupi paf paf” se hizo presente en el lugar, haciéndole “yerar” a más de uno del sustazo que se dieron.

Todo quedó filmado. El video de una cámara de seguridad grabó el momento en el que uno de los arrieros subió a su camioneta’i y de manera sorpresiva le clavó reversa donde estaba el grupo de devotos de la rubia espirituosa.

Agarró al primero de espalda, le pegó un golpe al que seguía y de la nada ya era un menjunje de arrieros que iban siendo arrastrados por el vehículo. Es más, algunos de ellos llegaron a caer en la calle. Lejos de parar la marcha, el fulano le siguió metiendo marcha atrás como si nada, pisoteándole con el vehículo a más de uno.

A la memoria de más de uno se le vino enseguida el recuerdo de lo que pasó alguna vez, cuando en el lugar se produjo el deceso de un prójimo por un hecho un tanto similar. Pero, por gracia de Dios, esta vuelta no pasó naranja, ya que lo más que se llevaron las víctimas fueron unos cuantos machucones.

Después de hacer lo que hizo, el fulano que manejaba la camioneta’i metió primera y salió a todo trapo del lugar sin pelotear a los atropellados.

Nadie denunció nada del hecho

Sin saber si la intención era realmente matar a alguien (lo que sería un claro caso de tentativa de homicidio) o si se le chispoteó nomás de onda la caja de cambio, el arriero tras el hecho se dio a la fuga (omisión de auxilio). A pesar de la gravedad, nadie denunció nada. El jefe de la Comisaría 16.ª, comisario Pedro Valdez, he’i que una patrullera acudió al lugar pero los involucrados ya no estaban.

EL PRIMERO. En su espaldaite le agarró a la primera víctima.

EL ROLLO. Siguió acelerando hacia atrás y ya llegó a toditos.

EL RAJE. Una vez que atropelló al rollete, a todo trapo se fugó.