• ¡CHÚLINA! Una historia para los que dicen que no hay pareja que dure “para siempre”

Se encontraron sin buscarse. De adolescentes sintieron esa “cosquillita” en el estómago que los hacía sonreír como por instinto. Y como si el destino actuara de cómplice, se cruzaban todos los días en la calle y no podían evitar mirarse.

Corría el año 1938. Teodoro tenía 21 años y era el guapo y el más admirado por todos en San Cosme y Damián. Sobrevivió a la Guerra del Chaco valientemente. Gumercinda tenía tan solo 14 años. Bella y llena de vitalidad, se llevaban las miradas de Teodoro.

No pasó mucho tiempo cuando un impulso desconocido para ambos derribó los miedos y la timidez y los animó a dar el primer paso. Tres años después, unieron sus vidas ante Dios. Mañana sábado, Teodoro cumple 101 años y Gumercinda tiene 94 años, y su historia de amor juntos cumplió 80.

“El amor nos mantiene jóvenes y muy fuertes”, aseguran. Los abuelitos consideran a la tolerancia, el respeto y la suerte como los secretos para un buen y duradero matrimonio.

“El sábado cumplo 101 años y qué mejor regalo que pasar al lado de mi amor de toda la vida”, dijo el galán y héroe nacional.

Ambos son de levantarse antes que el sol se muestre en lo alto. Matecito de por medio, les encanta recordar cada momento especial que pasaron y siguen pasando juntos.

“El diálogo en una relación es fundamental”, dijo don Teodoro en nuestro dulce idioma guaraní. Los abuelitos siguen con sus labores de toda la vida. Para ellos disfrutar cada minuto es lo más importante. “Ordeñamos juntos la vaca, juntamos los huevos del gallinero. Hacemos las cosas juntos siempre. Somos felices”, dijeron.

Un homenaje en su fiesta de cumpleaños

Los abuelitos se quieren con el mismo amor de aquellos tiempos de juventud y les encanta disfrutar de la adorable compañía de sus hijos y nietos, quienes les brindan todo su afecto y gratitud. Don Teodoro es el último chacoré que queda en la zona de San Cosme y Damián.

Para mañana –día en que cumplirá 101 años– sus familiares, amigos y conocidos que lo admiran un montón se darán cita a su casa para rendirle un homenaje como se lo merece. “Sobreviví a la Guerra con mucho coraje. Recuerdo que llegué a tomar mi orín para no morir de sed”, dijo el héroe. Con ña Gumercinda tuvieron 9 hijos, más de 50 nietos e incontables bisnietos que están siempre pendientes de ellos.