• Después de tres años la relación terminó, ella lo buscó pero no para volver sino para pedirle que la ayude con los gastos de su Facultad, él aceptó pero se sintió mal porque esperaba que sea por amor. Le pidió que lo dejara en paz, pero en el fondo de su corazón deseaba todo lo contrario

Quiero compartir algo muy triste que me pasó, la verdad no sé qué pensar. Me llamó mi ex y me pidió que la ayude con plata para pagar la cuota de su Facultad, que estaba desesperada y no sabía qué más hacer o a quién recurrir y me dio lástima. Yo siempre le dije -cuando aún éramos novios- que si algún día nos separamos, que yo si podía la iba a ayudar, pero nunca pensé que se haría realidad. Ahora tengo que hacer lo que prometí y

le dije que le daría 200.000 guaraníes para ayudarla, pero con una condición, que no me tenía que molestar nunca más, que era la última vez que me iba a “hinchar” y que después de ahí me vería obligado a hacer cosas drásticas para que me dejara en paz. Ella aceptó sin problemas, me dijo, pero me quedé triste por eso. La verdad no sé qué más pensar, tan diferente puede ser la persona que pensaste conocer, no creí que ella aceptaría el trato, qué triste!, tener que pagar plata para que la persona que amas te deje en paz. Qué miserable es mi vida, cuando estoy a la noche quiero llorar, me tiembla toda la mano cuando me pongo a pensar en eso, me da tanta rabia la verdad. Creo que mi vida no puede ser más miserable ahora que te estoy escribiendo, estoy llorando de tan solo acordarme de todo. Pero bueno, si tengo que pagar ese monto para que ella me deje de molestar pagaría más, total que esto se termine de una vez, quisiera creer que todo esto que me está pasando sea solo una pesadilla y pueda despertar.

Después de 3 años de estar soñando a su lado, ojalá pueda olvidarme de todo, aunque solo pienso en que nadie me podrá amar, que solo me quieren para quitarme plata y para hacerme sufrir. No lo creía así, legalmente cuando me decían lo terrible que puede ser una mujer, pero ahora me doy cuenta que es peor después de todo esto que me está pasando, ¿qué más puedo pensar? No quisiera que nadie esté en mi zapato, solo sé que estoy pagando todo el mal que de seguro le habré hecho a alguien, aunque es más pesado lo que estoy viviendo. Le pedí a la Virgencita para que me ayude a olvidar, salí caminando desde mi casa hasta Caacupé para rogarle que todo esto termine, que me ayude a empezar de nuevo. Sé que cuando todos los caminos se cierran solo creyendo y teniendo fe te van a salir nuevos caminos. Disculpame, pero la verdad quería desahogarme, sacar afuera todo lo que tenía muy adentro de mi corazón, es más doloroso que una espina, es como un puñal que duele mucho más que nada, porque aunque sé que muchos me quieren y me apoyan, me siento solo, más solo que nunca… Gracias por todo.

EMANUEL, DE ASUNCIÓN, 24 AÑOS.

RESPUESTA: Cuesta dar un paso adelante cuando no se tienen ánimos para caminar, pero confío en que lo harás. Creo que tu mayor problema es guardarte todo dentro. Me parece noble que le hayas prestado dinero, entiendo que su pedido fue en un intento desesperado de seguir peleando por sus estudios. En Paraguay se mercantilizó el estudio, con eso no quiero justificarla porque conozco gente que se sacrifica y trabaja para estudiar. Le pediste terminar, tal vez esperabas que ocurra como en las novelas, que ella siga insistiendo a pesar de que le pusiste la cruz de la desconfianza. Aceptó tus condiciones nada más, no esperes que la otra persona adivine lo que en realidad querés, pero no te animás a decir. Necesitas contención y hablar más, para sanar las heridas que siguen abiertas por la relación que se rompió, pero ya hay que mirar para adelante.

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