• COMEDOR. María empezó dando de comer a uno solo, luego ya le cayeron 5, después ya fueron 30 y así nació un comedor

Hace 10 años, la necesidad tocó a la puerta de doña María Ayala (56). Un niño de aproximadamente 6 años, de aspecto sucio y mal cuidado, se le acercó a pedirle algo de comer en su casa en Maka’i de Luque. “Le saqué carne de la heladera que había sobrado del día anterior. Era lo único que tenía para darle en ese momento. Y le dije ‘te voy a calentar un rato’ y me dijo ‘péichante señora porque chevare’aitereíma (así nomás señora porque tengo mucha hambre)”, recordó la doña.

Al día siguiente ya llegaron dos niños, luego ya eran cinco hasta que llegaron a visitarla 30 niños con mucha hambre. “Allí no sabía qué hacer porque yo siempre fui vendedora ambulante (hasta ahora) y no tenía los recursos, pero tenía un hijo que trabajaba y me ayudaba, pero tampoco alcanzaba” siguió. Ahora ya son 60 los niños a quienes da de comer todos los días.

Acudió a políticos y a la misma Municipalidad, quienes le echaron una mano con los víveres y frente a su casa le hicieron un tinglado. Así nació el comedor Luz y Vida. Luego consiguió el apoyo de un supermercado de la ciudad y así se está manteniendo hasta ahora.

Doña María vende todo tipo de cosas en la calle dependiendo de la fecha y de lo que gana ya tiene que apartar sí o sí para sus chicos. “No alcanza con las donaciones y entonces yo trabajo para ellos porque son niños que necesitan, que viven en una situación muy vulnerable. Para mí ellos ya son mis hijos”, recalcó.

TODOS LOS DÍAS

El comedor funciona todos los días y los niños desayunan, almuerzan y meriendan allí. “Hay niños que vienen solo para el desayuno, para el almuerzo o la merienda y hay quienes vienen para desayuno y almuerzo o almuerzo y merienda”, dijo.

La emoción de ser mamá del corazón de tantos niños para ella es única y quiere seguir ayudándoles, con el sueño de que tengan un futuro mejor.

AYUDA

El comedor necesita todo tipo de víveres para seguir ayudando a los chiquitos. Interesados pueden ayudar llamando al (0984) 64 78 19.

“La condición que yo les pongo acá es que deben estudiar”, he’i

Los niños la quieren y le agradecen, pero para ña María la mejor forma de demostrarle ese agradecimiento es estudiando. “La condición que yo les pongo acá es que deben estudiar y esforzarse en la escuela. Y cuando alguno está macaneando me voy, averiguo en las escuelas, donde están y después me siento a hablar con ellos”, dijo.

Comentó que a ella le quebranta cuando alguno de los chicos no procura en el estudio, pero que entiende también la situación en la que están no es fácil. “Ellos me traen todo su libreta a mostrar y muchos me llenan de orgullo por sus buenas calificaciones”, expresó.