• EN EL CERRO AKATÎ. “Había un fantasma entre nosotros. Era como una máscara blanca”, dijo la que sacó la instantánea

Nathalia Ramírez conoce casi todos los lugares maravillosos con que cuenta nuestro país. Recorrió varios rincones y lo hizo de una manera peculiar: con una mochila al hombro y haciendo el famoso “dedo”. Cada fin de semana prepara un viaje y no se queda en el intento. Pertenece a ese selecto grupo al que denominan “mochileros”.

“Hace 2 años que recorro el país haciendo dedo, junto con unos amigos. Me encanta recorrer, conocer gente, lugares nuevos. Es algo que me apasiona”, comenzó contando la joven aventurera. Entre sus recorridas, le tocó acampar en los innumerables cerros con que cuenta nuestro país. Tiene miles de historias, pero hay una que marcó su vida y el de sus compañeros. Algo a que no le encuentran explicación. Algo que va más allá de la razón.

En medio de una fogata se quitaron una foto y en la misma aparece –lo que ellos aseguran es– ¡un fantasma! “Estábamos en el cerro Akatî, en Colonia Independencia. Los muchachos hicieron una fogata. Una amiga y yo comenzamos a quitar fotos”, contó.

“De repente empezamos a escuchar ruidos extraños, pensamos que eran caballos. Ahí nos asustamos un poco porque no había nada. Dormimos asustados”, agregó.

“A la mañana siguiente al revisar las fotos nos dimos cuenta de algo que nos asustó muchísimo y no podíamos creer. ¡Había un fantasma entre nosotros! Era como una máscara blanca. Quedamos congelados”, dijo. “Hablando con gente de la zona nos contaron que por ahí es muy común ver ese tipo de cosas y que también es zona de ovnis, así nos dijeron”, finalizó.

Riesgos, pero sin miedo

“Siempre se escuchan silbidos en algunos lugares, a veces nos perdemos y esas cosas. Las aventuras son así. Hay de todo”, agregó Nathalia. Por otra parte, la joven comentó que realizar los viajes de aquí para allá tiene sus riesgos, pero que no tiene miedo al momento de viajar con extraños haciendo “dedo”.

“La verdad que no tengo miedo, eso depende mucho de uno. Hay que saber manejar la situación. Siempre viajamos con más gente y nos cuidamos entre todos”, explicó.

“Aquí en nuestro país, las personas son muy bondadosas, y casi siempre te llevan sin problemas”, agregó. “También se dice que los camioneros son malas personas, que acosan a las chicas, y eso es mentira. Ellos son personas geniales y respetuosas. Hasta ahora no me tocó uno que me haya faltado al respeto”, finalizó.

GRUPO

Nathalia comentó que suelen acampar en los cerros entre 10 y 30 personas.