En el año 2000 fue promulgada la Ley 1600, que castiga cualquier tipo de violencia contra las mujeres. Fue creada debido a la gran cantidad de casos denunciados y por ende se necesitaba una medida para castigar los hechos con firmeza.

Pero para algunos, la ley es parcialista y favorece a las mujeres. “En muchos casos, esta ley es aprovechada por las mujeres; es decir, si una mujer te denuncia por violencia doméstica, ya sea por agresiones físicas o psicológicas, el denunciado puede terminar directamente en la cárcel como medida de protección a la víctima mientras dure el proceso de investigación, que puede durar meses”, señala Jorge Monges, quien fue perjudicado en un caso en que fue denunciado por su ex con pruebas falsas. Él era inocente.

Monges afirma que, en cambio, “si es denunciada la mujer, esta ley no puede ser aplicada en su contra; es decir si el hombre es maltratado física o psicológicamente por la mujer, ella no terminará en la cárcel”. Junto con un equipo jurídico, Monges busca que la ley sea modificada. “No es una ley justa, la violencia no conoce de géneros, si una mujer te mata es homicidio, y si un hombre lo hace ya es catalogado como feminicidio, esto deja abierto a que en todo proceso judicial el hombre siempre lleva siempre las de perder”.

La ley “no da tiempo para la defensa”

Monge señala que en uno de los artículos de la Ley 1600 dice que ante la denuncia el juez, se dará curso y protección especial a favor de la víctima, “se dicta orden de captura, detención y prisión preventiva, sin dar tiempo ni para ejercer tu defensa”.

Agrega que en el articulo 9.º dice claramente que corresponde al Ministerio de la Mujer el seguimiento y evaluación para que se aplique esta ley. “Muchos hombres fueron también víctimas de violencia domestica, pero esta ley no se aplica en ningún caso en contra de la mujer”.