• ATAQUES. Contaron que por mucho tiempo fueron atacados por un espíritu maligno que no les dejaba en paz

Un día para el olvido. A don Juan Acosta (69) no le fue muy bien en el trabajo. Los plásticos y las latitas que recoge del camino no llegaron ni a la mitad del carrito que empuja desde las 4 de la mañana. Ya el reloj marcaba las 20:00 horas de la noche y el don no completó ni siquiera para una cena digna. Pese a ello, el hombre sonríe. No para de hacerlo. “Estoy feliz. Dios nos dio esta felicidad a todos aquí en la zona”, dijo. “Sabés lo que es llegar a tu casa y que ese espíritu del mal ya no te moleste.

Tenemos paz”, agregó. El karai vive en la zona conocida como Cerro Guy, en Asunción, pero contó que, con los demás lugareños, bautizaron el sitio como compañía “Vecinos Unidos” y explicó el porqué llaman así a la zona. “Fácil, porque unidos como barrio logramos reprender y lograr que el demonio se vaya de aquí”, dijo.

El don comentó que hace un buen tiempo ya no sabían lo que era estar tranquilos en el barrio. Algo -que ellos consideran sobrenatural- sucedía cada noche, cada madrugada, a cualquier hora.

“Por nuestras casas caían piedras, escombros, de todo. Salíamos a mirar y no había nadie. Con los vecinos llegamos a la conclusión que era el mismísimo Satanás quien quería asustarnos, vaya uno a saber por qué, a lo mejor para que dejemos el lugar. Lo cierto es que muchas noches no logramos dormir por el temor y el miedo”, explicó.

“Fue en ese momento en que como barrio nos levantamos y decidimos hacer algo. Hicimos oraciones por varios días. Gente que nunca oró se puso a hacerlo y de rodillas. Pedimos a Dios para que ese mal nos deje. Desde ese momento todo terminó. Reprendimos y logramos que Satanás se vaya de aquí, lo vencimos”, finalizó.

“Las piedras no dejaban dormir a nadie”

“Nosotros llamamos a la zona “Vecinos Unidos” justamente porque unimos fuerzas en ese momento de angustia y ataques del mal”, agregó doña Mirian González, vecina del lugar. “Las piedras no dejaban dormir a nadie, nos tenían muy preocupados. Temíamos que nos dañe, pero por fortuna no hubo heridos en ninguno de esos ataques. Con mucha oración logramos que ese mal se vaya de aquí. Perdió con nosotros porque le tenemos a Dios”, finalizó.

Avei “corrieron al Pombéro y a los que dejaban payé ndaje

María Barrios nos había comentado avei que un día salió de su vivienda ubicada en la zona para dirigirse a una escuela donde trabaja. En ese momento fue testigo de un extraño suceso que se le repitió una y otra vez en los siguientes días.“Se me apareció un ser raro, no sé si era el Pombéro o algún póra, ahí mismo me puse a llorar y salí corriendo”, comentó kuri la mitãkuña. Avei, anteriormente en el sitio se encontraban muchos trabajitos de payé y macumbakuéra, pero desde que -según comentaron- el pueblo se “levantó” a orar a Kirito, como que la cosa cambió completamente y ahora “reina” la paz, al menos en cuanto a cosas rarófilas y sobrenaturales se refiere.