Hay días en que don Román Duarte (60) regresa a su casa con la plata justa, tras más de 15 horas de trabajar. Hace 20 años que es quinielero y con lo poco que gana, a veces el dinero no le alcanza para los gastos. Pese a ello, el hombre no cedió a la tentación y pasó una prueba solo apta para honestos, y su gesto fue una ráfaga de oxígeno en una sociedad que parece haber perdido sus valores.

Encontró una billetera repleta de dinero (502 mil guaraníes en efectivo y 3.500.000 guaraníes en cheques para efectivizar) y documentos personales. No dudó en devolverlo a su dueño que lo había perdido.

“¿Por qué me lo iba a quedar? Sí no era mío. A mí la plata no me cambia”, dijo a Crónica don Román, desde su humilde puesto de quiniela, ubicado frente al Hospital Regional de Encarnación.

“Mi papá fue humilde, pero guapo albañil que siempre me decía que la honestidad me guiaría por un camino seguro y limpio. Con eso crecí y lo valoro mucho”, contó.

“Encontré la billetera tirada en el suelo cerca de una plaza en el barrio La Victoria, lo tomé y pedí ayuda a algunas personas, quienes por las redes sociales lograron dar con el dueño de la billetera, quien se acercó a nosotros”, contó el karai.

El dueño de la billetera se llama Alexander. El joven valoró el gesto del humilde quinielero y le agradeció regalándole la plata que había en el interior de la billetera, que totalizaba unos 500 mil guaraníes.

“Esto no lo esperaba, porque lo que hice es lo que deberían hacer todos. La honestidad tiene que ser el rumbo de todos para que el país vaya mejor”, dijo don Román.

“Jamás robaría ni me quedaría con lo ajeno”

“¿Qué harías si encontrás una billetera tirada en la calle, que en su interior tiene cheques para efectivizar y dinero en efectivo? ¿Qué haría si, además, hendy hína y tenés problemas económicos, y a veces el dinero no alcanza para llegar a fin de mes? Todo eso me pregunté, pero la voz de mi papá Facundo (+) hablándome de la honestidad, y la figura de mi mamá Blasilda, mostrándome la moralidad y la decencia con sus actos, me vinieron a la mente y gracias a Dios lo aprendí bien”, dijo don Román.

“Seré humilde, pero jamás robaría ni me quedaría con lo ajeno”, agregó. “Que Daniel (el dueño de la billetera) me haya dicho que ‘Dios te bendiga por lo que hiciste’ vale más que todo. Y el gesto que él tuvo para conmigo no me lo esperaba y le doy las gracias de corazón”, finalizó.