• CAMBALACHE. Andrés Centurión, un joven entusiasta del taekwondo, no tenía dinero para cubrir las prácticas y le propuso ayudarle a su instructor, quien también se dedica a la agricultura

El paraguayo es famoso en el mundo por ser bastante trabajador e ingenioso, más todavía en el interior del país, en donde los jóvenes son las víctimas principales de la falta de oportunidades. Y esa ociosidad puede resultar bastante problemática, debido a los malditos vicios y las drogas.

Un joven profesor de taekwondo de nombre Nelson Vidal Ruiz Villalba, quien creció en el seno de una humilde familia trabajadora de la ciudad de Ybycuí, oikuaa de las necesidades de los jóvenes. El profe, que enseña en la Academia de TKD Ybycuí, no dudó un instante cuando el joven Andrés Centurión Rotela le interesaba practicar ese deporte marcial pero no tenía dinero para pagar las cuotas.

“Este muchacho me preguntó si podía irse a trabajar conmigo a mi huerta para pagar de esa manera sus cuotas y le dije que sí sin pensarlo mucho, porque yo sé lo que es no tener un guaraní en el bolsillo. Ahora se va dos veces por semana para ayudarme con mis verduras”, he’i el instructor a Crónica.

Es más, hay otros jóvenes que están en la misma situación de precariedad, entonces Ruiz les ayuda en la organización de actividades varias para recaudar dinero para sus cuotas y exámenes.

“Yo les ayudo a los otros jóvenes para realizar polladas, tallarinadas y otras actividades para juntar dinero para los gastos de cuotas y los exámenes, ápe ijetu’u hína si no te movés. Y esta es la mejor manera de llevarles por buen camino y evitar que caigan en cosas malas”, remató el profe dando cátedra de solidaridad y civismo.

Se iba 10 kilómetros en bici para practicar

Sus inicios en el arte marcial también fueron muy sacrificados para Nelson, ya que viven en la compañía Entre Ríos, que queda a unos 10 kilómetros del casco urbano. “Me iba y venía en bicicleta para practicar. Hendy. Ya desde chico empecé a vender huevos caseros, queso que hacía mamá y verduras para pagar mis cuotas. Una vez tenía que dar un examen y no tenía la plata, entonces le pregunté a mi profesor si le podía pagar con huevos y queso y me aceptó sin problemas. Es por eso que yo le ayudo a mis alumnos porque yo pasé por lo mismo”, dijo el marcialista.

Terminó la Facu gracias a las ventas de sus productos

Este mitãkaria’y no dejó de estudiar ni de capacitarse y mucho menos se alejó de la huerta; es más, gracias al sacrificado trabajo por la tierra pudo pagar íntegramente sus estudios. Ocargá imoto ári cuatro a cinco bolsas de verduras y orrumbeá directo a la ciudad para efectivizarlo. “Gracias a la chacra pude pagar todos mis estudios, la escuela, la secundaria y la universitaria, ahora acabo de terminar la carrera de Nutrición y ya presenté mi tesis y todo fue pagado por las ventas que salió de la huerta”, he’i el orgulloso estudiante.

Va a sortear un termo para juntar plata para su examen

Nelson tiene que presentarse a rendir un examen en artes marciales en diciembre para recibir el título de instructor internacional de taekwondo. Pero esa prueba tiene un pequeño costo que con las ventas de sus productos no va a poder llegar al tiempo que tiene para abonar el arancel correspondiente. “Voy a sortear un termo que sirve para mate y tereré, que me donó la licenciada Marisol Almirón, a 5 mil’i nomás estoy ofreciendo las boletas. Es para mi examen de diciembre, pero tengo que pagar en los primeros días de diciembre. El sorteo se va a hacer en el programa ‘Che pueblo porã’ este 2 de noviembre.