Un karai iba al mando de una camioneta con unas copas de más y en un giro que al parecer no le salió del todo bien terminó incrustado por la muralla del cementerio de la Recoleta, en Asunción, y de milagro no se quedó ahí en una tumba.
El percance automovilístico oiko ayer de madrugada cuando Cecilio Fernández (52) iba al mando de una camioneta de la marca Toyota Tipo Hilux Surf de color celeste sobre las calles J. Eulogio Estigarribia y Mariano Molas. El tipo, que sería un docente, según los datos, iba rápido al estilo “Toreto” y al querer girar en la interjección mencionada, ya que la calle J. Eulogio Estigarribia termina por el cementerio, el ñorso hizo que su vehículo besara con pasión la muralla del recinto de los muertos. Los ladrillos quedaron por todas partes e incluso encima del rodado.
El hombre fue trasladado hasta la sede de Investigación de Hechos Punibles de la Policía Nacional, donde no tuvo ni fuerzas para soplar el aparatito para el ka’utest, informaron. Upei más tarde fue sometido a la prueba y el resultado dio más que positivo.
Por el fuerte impacto se puede decir que el karai se salvó de no morir y ahora deberá dar explicaciones ante el Ministerio Público y de paso pagar por los daños ocasionados en el lugar santo donde los muertos hacen noni eterno.
Muchos carteles
La zona está demasiado bien señalizada con los carteles luminosos que anuncian que la calle termina en ese lugar.
La bajó unos cuántos
El hombre estaba ka’úre al momento del choque, según constataron los propios uniformados que llegaron hasta el sitio.
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