EL DRAMA. Mily nos habla del drama que tuvo que enfrentar hace tres años cuando empezó a perder la voz; ahora vuelve a los escenarios

POLCA Y CHAMAMÉ. Deja atrás la cumbia, aunque no por completo, para centrar su carrera en polca y chamamé

–¿Después de cuánto tiempo volvés a un escenario?
–Profesionalmente vuelvo a cantar después de 3 años. Pero la música no dejé nunca del todo. Siempre cantaba en los cumpleaños, en los karaokes o en televisión. De caradura le metía igual, porque la verdad que no estaba bien, no me sentía segura para hacerlo.

–El fin de semana pasado subiste a un escenario, dicen que fuiste ovacionada. ¿Cómo fue ese momento para vos?
–Me fue superbién. Disfruté, pero recién una vez que pude cantar y, por sobre todo, después de sentir la reacción positiva de la gente. En la previa no pasé muy bien, estaba nerviosa. Todo ese día me dolía terriblemente la panza. Eso me pasaba cuando estaba en “Rojito”, “Yingo”, cuando estaba en competencia y me ponía nerviosa. Ya no estaba en los escenarios y me volvió a pasar.

–¿Ese día te probaste a vos misma?
–Sí, eso fue lo que hice. Me sentí muy cómoda con los músicos con quienes me tocó cantar ese día. La gente me ayudó a sentirme cómoda. Con el apoyo de la gente tuve más potencia, energía, durante el concierto.

–¿Pasaste por momentos de depresión en estos tres años fuera del escenario?
–Totalmente, tuve momentos de bajón emocional. Me sentía obligada a buscar alguna salida. Cuando se me presentó el problema y no pude seguir cantando, justo en ese tiempo quedé embarazada. También buscábamos una salida con Denis (Velázquez). Ya había un bebé en camino, no estaba con la música y tenía que seguir con mis estudios. Yo me iba de repente a lugares donde había show, y la gente me decía: “¿Por qué no cantás también vos?”. Sentía la presión y eso me hacía mal, terminaba saliendo del lugar, porque la gente no sabía del problema que tenía con la voz.

TRATAMIENTO DE POR VIDA
–¿Cómo está ahora tu problema de garganta, ya superaste totalmente eso?
–Sigo teniendo problemas hormonales, lo que tengo es hipertiroidismo. Eso es de por vida, se puede controlar, pero no es algo que se pueda curar. El doctor me dice: “Es tu responsabilidad cuidarte”. Tomo el remedio todos los días. La gente que sufre de hipertiroidismo y de hipotiroidismo tiene que llevar una dieta adecuada, tiene que medicarse, tiene que cuidarse mucho para vivir bien.

Te toca adelgazar o subir de peso, según las circunstancias. Afecta a las cuerdas vocales. A mí me había salido un nódulo en la garganta. Lo sigo tratando con vocalizaciones. Tengo mucho miedo y voy a seguir teniendo mucho miedo, pero confío en que una vez que gane confianza ya voy a poder convivir bien con esta situación.

–¿Creíste en algún momento que te quedarías sin voz?
–Sí, llegué a la situación extrema de no poder cantar ni “que los cumplas feliz”. Tenía miedo de perder la voz, pero hoy estoy bien, pasé la prueba en un escenario y tengo muchos planes.

–¿Qué pasaba cuando no podías cantar, perdías la voz a mitad de la música?
–Me salía como gallito o se me iba la voz.

–¿Hiciste entrenamiento, cómo te preparaste antes de subir de nuevo a un escenario?
–Todo el tiempo me iba a los karaokes, pero tenía miedo de que en algún momento se me salga la voz. Tiraba el micrófono a otro, por esa inseguridad que tenía. Esto te juega mucho psicológicamente. Tenés que recuperar la seguridad. Mis padres también me compraron los elementos necesarios para tener un monitoreo bueno para poder escucharme cuando ensayaba. Cada vez podía cantar más. Y así fue como me animé a volver.

–Va a ser fundamental para vos poder escucharte en los escenarios…
–La primera condición que puse a don Jorge -que es el mánager- es que me pongan un buen micrófono, un buen retorno o monitoreo. Tengo que escucharme bien. El sonido para afuera a veces no sale bien en escenario. Por eso el monitoreo bueno es imprescindible.

–¿Cuántos shows vas a poder aguantar en un día?
–La garganta está para aguantar, ya probamos que un show completo pasamos de fino. Ahora tengo que seguir probando para más shows, porque vamos a tener días en que seguramente vamos a cantar en dos o tres lugares.

–¿Ya tenés contratos?
–Después de una semana de lanzar en mis redes ya tengo dos contratos. Eso es motivador para mí.

POLCA Y CHAMAMÉ

“En una nota anterior con Crónica ya había dicho que voy a dejar la cumbia. Pero ahora digo que en mi repertorio voy a tener que tener música tropical, porque sí o sí me van a pedir. El fin de semana pasado igual me pidieron y con eso tuve que cerrar el show. Pero la base de mi nueva carrera va a centrarse en polca y chamamé”, nos comentó Mily Brítez.

–¿Vas a preparar tema propio?
–Más adelante. Ahora nuestra prioridad es grabar dos chamamés con una buena producción. Vamos a trabajar también en un videoclip.

–¿En qué lugares vas a actuar?
–Mi idea es agarrar fiestas patronales, jineteadas, eventos privados, más eso. Para fin de año nos comprometimos a tomar shows en fiestas. Pero ahora nuestro objetivo se centra en patronales y jineteadas. Pero yo ahora estoy como para cantar en misa y todo, como le dije a Palo (su jefe en “El Conejo”). En ese sentido no tengo problemas.

TELEVISIÓN
Mily sigue trabajando en televisión. Ya lleva un año en “El Conejo”. “Di el gran salto después de haber estado en Lobo TV, estoy en Telefuturo en “El Conejo”. Trabajo en producción también. Trato de aprender, de colaborar en la semana. Es un programa donde tenés que estar al 100%”, comentó.

VIDA FAMILIAR

“Soy el doble de Ña Tora”

–¿Cómo está tu vida familiar?
–Después de tres años, incluyendo ya a mi hijo, ahora recién estamos viviendo juntos con Denis. Él es una persona que está metida con el fútbol. Le tocó jugar en la Intermedia, en Oviedo. Ahora ya va a jugar en un club capitalino. Tiene un mánager nuevo y está en tratativas.

–¿Es cierto que sos una especie de Ña Tora defendiendo a tu novio?
–Yo soy el doble de Ña Tora. Yo le defiendo a muerte. Para mí, Denis como Denam son mis dos hijos. Sé el sacrificio que conlleva. Se sufre mucho. Dicen “El futbolista ho’urei”. Eso es mentira. A las 9 de la noche apagamos la tele para dormir, él entrena duro y también psicológicamente se lucha, se pasa mal.

–¿Él te apoya?
–Él fue el primero que me decía: “Tenés que cantar”.