GUARDIA DE SEGURIDAD. La sensación de trabajar de noche y madrugada entre los que ya descansan en paz.

Don Marcelo Ortiz (37) no niega que en su primer día de trabajo se arropó con la “piel de gallina” y las piernas le temblaban como la hoja de un árbol. “La sensación que tuve ese primer día fue de escalofríos. Recorrí con un compañero que me mostró todo el predio con linterna en la mano y al primer ruido que escuchaba me daba vuelta (ríe). Sentí miedo. Pasaron los días y me acostumbré. Ya pasaron 12 años y es algo que ya está en mi vida”, contó. El don realiza una labor que pocos se animarían a hacer. Es guardia se seguridad por las noches en el cementerio y cuenta cómo es cuidar a los que ya descansan en paz mientras todos duermen.

–¿Cuando te digo la palabra cementerio, qué es lo primero que pensás?
–Que es mi segunda casa, sin dudas. Un día estamos en la casa con la familia y al rato estamos acá. Y se convertirá en nuestra única casa el día de mañana cuando partamos al más allá.

–¿Qué se siente pasar la noche y madrugada entre los panteones?
–Para mí es un trabajo como cualquier otro, a lo mejor otras personas no lo ven así o no se animarían a hacer nuestra labor. Pero sí se da una mezcla de sensaciones. Uno ve todos los días el sentimiento de la gente, el dolor de la gente que siente por la pérdida de un ser querido, y de repente se te viene a la cabeza que el día de mañana te tocará acompañar a un familiar acá. Y también una sensación familiera. Con los compañeros somos una familia, nos apoyamos en todo. Y también consideramos que los que yacen aquí son nuestros amigos. Pasar horas entre ellos hace que los consideremos como familia también, les cuidamos. Y está la adrenalina de hacer esto. A mí me gusta.

“Ya me tocó tirar varios tipos de
macumba en día de Halloween”

A don Ortiz ya le tocó trabajar en tres cementerios. “Comencé en el camposanto de la Recoleta, luego estuve en el Sur y ahora en el Cementerio del Este”, dijo.

–¿Cómo se pasa en la noche de Halloween?
–Me tocó ver de todo. Ya me tocó tirar varios tipos de trabajos de macumba en día de Halloween. Veíamos cómo gente bajaba de su rodado, trataba de ingresar al cementerio y cuando nos veían enseguida corrían, pero dejaban su macumba en el portón. Enseguida informábamos a la Dirección de Seguridad. Me tocó juntar con palita y escoba varias veces gallinas muertas, carne seca con fotos de personas, etc. Hoy en día les cuesta más ingresar por el cuidado que brindamos, pero así igual lo dejan en el portón principal o a las afueras del cementerio, o directamente pasan en vehículo y tiran su ritual.

Los casos sobrenaturales
que cuentan entre compas

–¿Es cierto lo de los casos sobrenaturales de fantasmas, póra, etc?
–Lo primero que me dijeron cuando iba a trabajar como guardia en el cementerio es que “hay fantasmas”, y tuve miedo al comienzo. En mis 12 años nunca tuve la oportunidad de ver algo sobrenatural todavía. Eso no quita que no crea, y más todavía cuando escucho a compañeros hablar de sus experiencias.

–¿Cuáles son las experiencias que cuentan?
–Dicen que de repente se cierran los panteones solos, gritos que se escuchan hacia el fondo, pero no hay nadie, o en un recorrido escuchan pasos de alguien que no está. Y la historia de tres señoras a quienes ven caminando, pero que desaparecen de la nada.

–¿Qué es lo que más preocupa?
–Lo que es más preocupante son los adictos que ingresan al cementerio. Nosotros les sacamos amablemente, pero vuelven a ingresar. A veces hasta tenemos amenazas de ellos, pero qué le vamos a hacer, es nuestro trabajo.

DONACIÓN
El diputado Hugo Ramírez donó botiquines de primeros auxilios y linternas a los guardias de seguridad que trabajan en los cementerios del Este y la Recoleta.

MEJORA
Ortiz comentó que hoy en día el Cementerio del Este cambió mucho con la nueva administración. “Se arreglaron muchísimas cosas. La gente sabe que custodiamos todo”, dijo.