DIO SU VIDA. El joven músico murió hace más de un año en Croacia, tras tirarse al agua para salvar a su compañero

ANÉCDOTA. “De repente sentí como que me hundía, parecía que alguien me estiraba para irme hasta el fondo… Ahí él me explicó cómo murió”, dijo don Gustavo, su papá

Hace un año y tres meses que Lupo Isaías Fernández, con solo 18 años, viajó al “más allá”, luego de salvar heroicamente la vida de su compañero en una gira musical. Estaba en Croacia (Europa) cuando todo pasó. Se encontraban haciendo presentaciones musicales con su grupo “Alma Guaraní”. Él era el acordeonista del grupo.

Aprovechando el calor, el grupo fue a refrescarse a un lago. A uno de los compañeros le agarró un calambre y la situación se volvió crítica. ¡Se estaba ahogando! Lupo se metió al agua para salvarle a su compa. Ya no salió. Dio su vida por él.

Pasaron los días, los meses, pasó el año, pero el dolor y su recuerdo siguen intactos. Pero, según el testimonio de don Gustavo Fernández, el papá, Lupo se rehúsa a irse de este mundo, no quiere abandonar a su familia, pues según aseguró, se le manifiesta de muchas maneras y todo lo que le pide le cumple.

“Una anécdota que tengo con él, después que se murió, es la que se dio hace poco en Brasil. Fui a hacer un curso marítimo que me exigen para subir a actuar en los cruceros (también es músico) y me acordé mucho de él porque murió ahogado”, empezó relatando.

“Le dije ‘Lupo, explicame cómo vos falleciste, hoy yo me tiro al agua’. Le pedí así para que él esté conmigo y ese día me tiré a la piscina, yo soy nadador profesional, fui marinero e incluso me tiré con el chaleco, pero de repente sentí como que me hundía, parecía que alguien me estiraba para irme hasta el fondo, tragué mucha agua y me desesperé demasiado. Así él me explicó cómo murió”, aseguró.

Don Fernández contó que muchas veces siente cuando su hijo se sienta con él en su habitación. “No sé cómo explicar pero sé que está, le siento y ahí yo le compongo canciones”, expresó el acongojado padre.

Don Fernández todos los días le habla a su hijo antes de dormirse.

“Mi hijito vio un ser con barba
blanca en la cabecera de la cama”

El hecho ocurrió en julio del 2017. Lupo estaba muy entusiasmado durante su viaje. Tras volver tenía la intención de viajar con su padre que también es músico a Europa para juntar un poco de plata y volver al país a estudiar pilotaje. Una semana antes de que viajara algo muy raro ocurrió.

“Su hermanito cuando eso tenía 9 años. Y vio un ser en la cabecera de la cama, tenía barba blanca, estaba vestido todo de blanco, hasta el cabello era blanco. Mi hijito nos dijo a nosotros pero no creímos, no tomamos importancia. Había sido ya era un ángel que venía a llevarle”, he’ími. Los restos de Lupo poco tiempo después fueron repatriados al país.

“Yo sentía que
él se iba a
ir rápido”

Don Fernández recuerda a su hijo como un “superdotado”. Asegura que tenía la inteligencia de un genio y que aprendía las cosas en un segundo. “Yo sentía que él se iba a ir rápido porque era muy adelantado y a mi parecer ese tipo de personas se van rápido. Yo realmente creo que él siempre fue un ángel que vino del cielo a cumplir lo que tenía que cumplir nada más”, relató.
“El ajedrez recuerdo que una vez le mostré y ese mismo día me ganó y no podía más yo con él. Realmente era muy especial mi hijo”, dijo en medio del suspiro.

TODOS LOS SANTOS

Lupo era muy querido por todos sus amigos. Hoy le harán una visita en el cementerio de San Lo por el día de todos los santos y todos los muertos (por mañana).

HERENCIA

Aparte de acordeonista, Lupo era un gran guitarrista y además bailarín. Todo esto fue herencia familiar, ya que viene de una familia de puros músicos.