“Esta medalla de oro se la dedico a mi mamá, mi familia, mis amigos”, comentó Pedro González Arévalos, quién tiene 18 años y un currículum brillante. Ya viajó a Rumania, Portugal, España y a nivel país en las olimpiadas de matemática que patrocina la organización Omapa.

Ayer recibió la medalla de oro como mejor egresado del Colegio Nacional Inmaculada Concepción de María, con énfasis en Bachiller Técnico en Contabilidad junto a sus 16 compañeros de promoción y otros 33 jóvenes del Bachillerato en Ciencias Sociales.

“No tengan miedo a equivocarse. Yo llegué hasta aquí equivocándome, hay mucha gente que teme equivocarse, pero es normal eso. Aprendemos de los errores y nos vamos formando como personas. Hay que intentar y nunca cansarse”, indicó a modo de mensaje para otros jóvenes que al igual que él tienen muchos sueños.

Por ahora se inclina por dos carreras, Ingeniería Química y Matemáticas, para lo cual piensa prepararse estudiando inglés para postularse a una beca a Taiwán.

Para doña Miguela Arévalos (57) es una satisfacción inmensa, ya que ella dejaba a Pedro en su aula y ella se iba a trabajar como limpiadora en otra escuela.

“Mami, yo voy a ir a trabajar lejos, a otro país, y te voy a enviar para tu pasaje, ya no quiero que trabajes tanto”, cuenta doña Miguela que Pedro le decía cuando tenía 4 añitos. Recordando esa anécdota, la señora se puso a llorar de emoción.

Su marido, Dionisio González, un electricista mecánico, tomó de la mano a su señora y se mostró orgulloso también del pahague de la casa.

“Mi hijo tiene muchas puertas gracias a sus méritos académicos, quiere ser astrónomo, seguir preparándose y lo vamos a acompañar”, indicó. Ambos son de la localidad de 1º de Marzo, Cordillera, hace 18 años emigraron buscando oportunidades para sus 4 hijos y viven en el barrio Caacupemí, de Capiatá.

Emociones a flor de piel despidiendo el cole

No todos los chicos sobresalen con 5 absoluto como Pedrito, pero todos tienen historias de lucha muy fuertes que los motivó a celebrar con orgullo haber culminado con éxito una etapa.

Al bajar del escenario con su título en mano Samuel Fleitas recibió el cálido abrazo de su mamá, Carmen, quien hasêsoro de alegría. Samu trabajaba en un taller mecánico a la par que estudiaba para aportar al hogar, donde la casa es chica, pero el corazón es grande para albergar a 9 hermanos.

La ceremonia de graduación fue muy emotiva, este año por primera vez desde la creación de la institución, la directora, Lidia de Moreno, no pudo estar presente por motivos de salud, pero se le recordó especialmente por su labor para sacar adelante al cole, siendo la fundadora.

El colegio es considerado uno de los mejores a nivel zonal, pero también es el más humilde, empezó prácticamente sin rubros del Estado hace 15 años y con orgullo ya llevan 9 generaciones del técnico y 14 del bachillerato científico.