La vida muchas veces “regala” esos sustos que le mueven el piso a cualquiera. Y una de esas sensaciones fue a que le invadió al pobre don Eladio Brítez (65), quien de la nada se dio cuenta que su billetera, donde guarda no solo el pan de cada día sino también parte de su futuro, no estaba más con él.

Pero, más allá de todo eso, lo curioso de esta nota pasa por la forma en la que el final fue feliz. Una especie de triangulación entre Caacupé, Pedro Juan Caballero y ¡España! hizo que don Eladio recupere la sonrisa de una manera única.

Luego de salir del Palacio de Justicia en la capital del Amambay, se tomó un descanso bajo una fresca sombra en la plaza “Teniente Valdez” de la ciudad. Al terminar de “recargar” la batería, se levantó y siguió con su camino. A dos cuadras, frente al colegio “Carlos Antonio López”, se dio cuenta de que le faltaba una de las cosas más importantes, ¡su billetera!

“Asustado yo corrí hasta la plaza para buscar mi billetera a ver dónde lo que se me cayó”, he’i don Eladio. Y no era para menos.

Las profes del colegio ubicado en la zona le sacaron la foto para publicarla en las redes sociales, con la esperanza de recuperar su plata.

Lo llamativo del caso es que, luego de dos horas de haber perdido su dinero, se comunicó con él una sobrina, que vive actualmente ¡en España!, para avisarle que una mitãkuña encontró su billetera al salir de la Facu.

Por medio de la cédula, la chica, con ayuda de su mamá, rastreó a posibles parientes de don Eladio en el Facebook, y fue así que contactó con la sobrina y le pudieron devolver la billetera al señor.

Hace ya 42 años que es “dulcero”

Desde hace 42 años, el hombre sale de la compañía Cabañas de Caacupé con abundante dulce de todo tipo rumbo a Pedro Juan Caballero, donde los vende. Esta es una actividad que se repite mes a mes.

El pasado miércoles, recorriendo las calles de la “Terraza del país”, entregaba su mercadería en las escuelas y otros entes públicos, a esos clientes de siempre que no lo cambian por nada. Fue en ese momento que se llevó el susto de su vida.

Agradecido de corazón con la joven honesta

La entrega no fue inmediata, ya que todo el “operativo rastreo” demandó cierto tiempo. Sin embargo, la joven mujer que encontró la billetera y que logró rastrear a la joven que dio aviso a su tío de la buena noticia, cumplió con su objetivo ya en horas de la tarde.

“Le agradezco de todo corazón a esa señora” repetía el hombre, muy contento con su plata recuperada. Como agradecimiento, Eladio ofreció a las mujeres hospedaje en su humilde casa, cuando vayan a visitar a la Virgen de Caacupé.

Sin hijos, él trabaja para un hermano

Don Eladio Brítez comentó que no tiene hijos, pero que hace más de un año trabaja para sustentar los gastos que tiene su hermano paralítico.

“Soy muy pobre y los remedios son caros”, aseguró. Tras lo sucedido ese día, calificó como una experiencia muy linda la que le tocó vivir. “Sigue habiendo personas de buen corazón”, recalcó.